El Elche dice adiós a la Copa del Rey dando una mala imagen. El Córdoba fue muy superior a los franjiverdes y los menos habituales del equipo ilicitano dieron una sensación muy pobre. Ninguno de ellos llamó a la puerta de Pacheta de cara a la Liga. Un duelo para olvidar lo antes posible al que añadir la lesión de Josan, que regresaba al equipo después de un mes ausente. El crevillentino abandonó el campo en camilla en el minuto 26 aquejado de una fuerte contusión en la tibia. Durante el partido hubo pitos contra el director deportivo, Jorge Cordero, por la confección de la plantilla.

El 1-4 final demuestra que hubo un equipo muy superior, ante un conjunto ilicitano que ya debe centrarse en la Liga y el viernes, a partir de las 21 horas, llega el líder de LaLiga 123, el Málaga, al Martínez Valero.

Los goles de De Las Cuevas y Luis Muñoz en la primera parte dejaron prácticamente decidida la eliminatoria a favor del conjunto andaluz. Pacheta alineó a nueve jugadores nuevos, con relación a los que jugaron en Riazor, con sólo José Juan y Juan Cruz entre los elegidos. El burgalés hizo debutar desde el pitido inicial al lateral del filial Óscar Gil.

Los ilicitanos nunca estuvieron dentro del juego. No se estuvo fino a la hora de defender y tampoco existieron argumentos futbolísticos para ir hacia el área del meta Marcos Lavín. Por contra, la escuadra califal jugó muy cómoda, con Javi Lara en la creación y tanto De las Cuevas como Alfaro hicieron daño entre líneas a los franjiverdes.

Tan sólo una prolongación de Benja, en el minuto 43, en el bando franjiverde, demasiado perdido y sin intensidad. Sin orden, ni concierto, la escuadra franjiverde nunca estuvo metida en el encuentro.

Tras el descanso, el Elche pareció cambiar el ritmo del partido, pero todo quedó en el deseo de un equipo demasiado perdido. Luego, Pacheta, lo intentó dando entrada en el campo a Borja Martínez e Iván Sánchez, pero fue Javi Galán el que hizo el 0-3.

Al final, en un fallo de concentración de Zotko, el Córdoba hacía el 0-4 con Sebas Moyano. Con el tiempo casi cumplido, un zurdazo de Gonzalo Villar sirvió para maquillar el resultado final.