El entrenador del RC Deportivo, Natxo González, calificó ayer de equipo «incómodo» al Elche, al que se medirá esta noche en el estadio Abanca-Riazor, y apeló al apoyo de la afición para derrotarlo en un partido en el que una de sus preocupaciones reside en que jugadores y público sean conscientes de la dificultad que entraña. «Una vez más tendremos enfrente un equipo incómodo, un recién ascendido, que ha logrado cinco empates y una victoria. Será un partido difícil, puede que sea cerrado y dependeremos un poco de la eficacia en el área contraria», comentó en rueda de prensa el preparador del equipo gallego.

El Deportivo, que hasta ahora se ha enfrentado en su campo a rivales directos por el ascenso, recibe a un cojunto que tiene como objetivo prioritario la permanencia después de haber regresado a Segunda esta temporada, algo que le preocupa y por eso lo consideró un «partido trampa».

«Siempre a uno se le pasa por la cabeza, no solo a los jugadores, sino a todos, que son de estos partidos que todos decimos que hay que ganar o que vamos a hacer bueno el punto de Málaga ganando al Elche. Es una preocupación para el entrenador pero el equipo no me ha dado muestras de desconfianza», indicó.

En este sentido, pidió a la afición que no vaya al partido pensando en que los tres puntos están ganados de antemano, sino que acuda a Riazor para ayudar al equipo «a sacarlos».

El técnico pasó página a la expulsión de Quique González ante el Málaga en su intento por hacer una chilena y también a la sanción de un partido que le impuso el Comité de Competición. El Deportivo tiene la baja de su máximo goleador y el Elche tampoco podrá contar con su referente ofensivo, Sory Kaba, que está con su selección y que, a juicio del técnico deportivista, es «una baja importante» para los ilicitanos.

El preparador vasco reconoció que al haber jugado el domingo y volver a hacerlo el viernes las semanas se le «quedan muy cortas en cuanto a preparación». No obstante, le ha dado tiempo a recuperar a Vicente Gómez y a Borja Valle, que estaban lesionados. Del primero dijo que es «difícil que esté para jugar 90 minutos», mientras que del berciano admitió que la lesión de Quique González ha precipitado su vuelta a las convocatorias porque aún le falta «ritmo» de competición. En la punta del ataque estará el venezolano Christian Santos, al que le ve «con hambre» de cara a la que será su primera titularidad como deportivista. «Es una oportunidad para él», concluyó.