Ricardo Gareca, quien fue segundo entrenador del Elche durante la temporada 2003-2004 con Óscar Ruggeri y actual seleccionador de Perú, estuvo en el punto de mira de Pablo Escobar, patrón y jefe del Cártel de Medellín, para ser asesinado. Así lo asegura Jhon Jairo Velásquez Vásquez «Popeye», uno de los hombres de confianza de Escobar en una entrevista en el periódico peruano Diario Popular.

«Gareca siempre estuvo en la mirada de Pablo Escobar, sin embargo, no llegaron a él. El amor por el fútbol del 'Patrón' lo salvó, pues a él y a los otros jugadores de América de Cali se contempló colocarles un coche bomba», aseguró.

Gareca llegó al banquillo del Elche en diciembre de 2003 como ayudante de Ruggeri, en la época de Ramón Sánchez como presidente. Ambos sustituyeron a Carlos García Cantarero, pero después de 20 partidos sólo sumaron 24 puntos y el Elche, que esa temporada partía con el ascenso como objetivo, acabó luchando por no descender. Lico acabó la campaña.