Sory Kaba se sacó de su chistera dos goles y obró el milagro en Almendralejo. El guineano, que salió en el minuto 55, firmó dos dianas, en el 82 y 87, que permitieron igualar un 2-0 en contra con un hombre menos por la expulsión injusta de Manuel Sánchez en el minuto 33, que en el 17, vio una cartulina que no mereció, ya que la pena máxima sobre Eric Gallego la había cometido Neyder.
El delantero guineano, que perdió su puesto en el once a manos de Benja, incluso pudo culminar la remontada en el Francisco de la Hera ante el Extremadura en un contragolpe que se fabricó él. Sólo delante del meta Manu García mandó el balón fuera. Hubiera sido el broche de oro a una actuación para enmarcar de un jugador que va creciendo con el paso de los partidos. El propio delantero franjiverde se marchó enfadado del campo por no haber sido capaz de firmar el tercero. Hubiera salido del estadio como los toreros ganadores, a hombros de sus compañeros.
El Elche sigue sin ganar, pero el empate y la forma en la que llegó debe servir como punto de inflexión para las próximas jornadas. Este equipo tiene alma y hay que seguir insistiendo en ese camino y no bajar los brazos aunque sicológicamente fuera difícil levantar cabeza con dos goles en contra, gracias a dos penaltis, y el error del árbitro que dejó 70 minutos a los franjiverdes con uno menos.
Con el equipo muerto y el partido prácticamente entregado, Sory emergió por encima de sus compañeros y dejó boquiabiertos a todos en un partido extraño en el que los dos equipos tuvieron sus momentos buenos y otros para olvidar, que terminó con empate a dos.
Se cometieron errores infantiles que hay que saber arreglar tras visionar los vídeos, ya que jornada tras jornada recibe, por un motivo o por otro, goles que se pueden evitar, mientras que en el área rival tiene que realizar auténticas maravillas para conseguir decantar los partidos de su lado.
El equilibrio en las dos áreas es fundamental en el fútbol y los ilicitanos todavían no lo han conseguido, lo que le penaliza partido tras partido. Lamentarse al final del encuentro no sirve para nada, aunque el fútbol le hizo un guiño cuando ya ni pensaba en sumar un punto.
Gran inicio de partido
El Elche empezó muy bien, contó con dos ocasiones muy claras en las botas de Benja y Javi Flores, en los primeros minutos. Los franjiverdes llegaron a desesperar a su rival que no era capaz de tener el balón.
Pero, una vez más, cuando mejor lo hacían los ilicitanos, en una jugada sin mucho peligro, en el 18, con un penalti absurdo cometido por Neyder, tras agarrar dentro del área a Eric Gallego se puso todo cuesta arriba. El gol, obra del delantero catalán, dejó hundido a un conjunto blanquiverde que ya no levantó cabeza hasta el descanso.
Para colmo de males, el colegiado Aceitón Santiago, en el minuto 33, se mostró muy riguroso al señalar un posible empujón de Manuel Sánchez sobre Rennelle. La pena máxima la convirtió en gol Valverde y el centrocampista andaluz fue expulsado por una segunda tarjeta amarilla, lo que dejó a los franjiverdes en inferioridad numérica.
El Elche se mostró ausente por momentos ante un Extremadura muy centrado y que parecía tener el partido totalmente controlado. No obstante, Benja pudo acortar distancias en el 50, pero su disparo se marchó arriba. Otra oportunidad lanzada a los leones que hacía todo más difícil el pensar en conseguir algo positivo.
Y cuando parecía todo perdido, apareció Sory Kaba, que marcó dos goles y en el minuto 92 pudo hacer el tercero, aunque en el mano a mano no supo batir a Manu García.
