José Rojo, Pacheta, y Juan Antonio Anquela, entrenadores de Elche CF y Real Oviedo, tienen una cita el domingo en el estadio Carlos Tartiere a partir de las 16 horas. El duelo promete ser especial para ambos. El preparador burgalés, que busca su primera victoria en Segunda División en el banquillo franjiverde, tiene pasado en el Oviedo, equipo al que entrenó durante temporada y media. Mientras, el jienense logró un ascenso a Primera División vistiendo la franjiverde y sueña algún día con dirigir al equipo del Martínez Valero.

Diez victorias, dos empates y una sola derrota, frente a la Cultural del León (4-1), permitieron que el Oviedo de Pacheta se clasificara para jugar la Copa del Rey. Cogió el equipo en la jornada 26, con los astures en peligro de bajar a Tercera División, y se ganó la renovación por la reacción que tuvo el equipo en la recta final de la campaña 2010-2011. Dejó al equipo en la octava posición con 58 puntos y renovó para la siguiente.

Cuando el actual técnico franjiverde llegó a Oviedo solo acumulaba 15 encuentros de experiencia, con el Numancia en Primera. Aquella etapa en el Oviedo fue su máster en dirección de equipos.

Fue una temporada y media en el club del Tartiere dividida en dos etapas muy diferentes. En la primera, la 2010-2011, tomó el mando a 13 jornadas del final con el equipo rozando los puestos de descenso. El equipo llegó a soñar por momentos con meterse en el «play-off» y el club asturiano no dudó en ofrecerle la continuidad.

Pero, en la 2011-2012 no se consiguió el objetivo previsto. El equipo plantó cara a los mejores conjuntos del grupo, destacar el 1-3 cosechado ante el líder y todopoderoso Madrid Castilla de Morata, Jesé, Carvajal o Nacho. Pero sus traspiés contra los equipos de la parte baja de la tabla les llevaron a terminar sextos, a tres puntos del Albacete, cuarto. En su segunda campaña, Pacheta cosechó 18 triunfos, 6 empates y 14 derrotas. En total, el burgalés entrenó a los azules en 51 encuentros ligueros, con un saldo de 28 victorias, 8 empates y 15 derrotas.

Se confeccionó una plantilla para pelear por el ascenso, pero todo quedó marcado por la crisis económica que vivía el club, con un consejo de administración sin el cariño de la afición y unos futbolistas que desde el mes de febrero no cobraron de manera regular. Pese a todo, estuvo en la pelea hasta la última jornada. Pacheta no renovó su contrato y al finalizar aquella campaña dijo: «Ante la situación de incertidumbre en el Oviedo tengo que salir al mercado. Desde hoy escucho ofertas».

Por su parte, Anquela, llegó al Elche del Jaén, en enero de 1983, y consiguió jugar con Cayetano Ré seis partidos. En la siguiente campaña, la 83-84, se convierte en pieza clave del equipo que terminaría ascendiendo a Primera División. Jugando en el extremo derecho completa una gran temporada, tanto en cifras como en juego, rubricando su actuación al anotar uno de los goles que daban el ascenso en el partido contra el Bilbao Athletic. López Murga (2) y Quesada firmaron los otros tres tantos.

Ya en Primera División continuó siendo uno de los jugadores con más minutos. La campaña terminaba con el descenso a Segunda División, donde disputaría su última temporada como franjiverde antes de irse al Albacete.

Anquela siempre ha reconocido que en el Elche «viví un ascenso y después jugué en primera División y eso no se olvida jamás. Cuando voy al campo lo respiro y me acuerdo, y eso no se olvida».

En el verano del descenso administrativo del club a Segunda, Anquela estuvo en la manifestación contra Tebas y demostró su blanquiverdismo una vez más. Su sueño, entrenar algún día al Elche, aunque de momento el domingo tratará de que los puntos se queden en casa.