Los números se muestran mezquinos con el Elche en este arranque de competición en la recuperada Segunda División. Tras sumar tres puntos de los 15 posibles, mirando fríamente la tabla, da la sensación de que al conjunto de Pacheta le viene grande la categoría de plata. Los ilicitanos siguen sin ganar y ahora tienen por delante dos encuentros a domicilio frente a Oviedo y Extremadura en los que tendrán que pasar nuevos exámenes a la evolución futbolística de una escuadra que va de menos a más, pero por un motivo o por otro no está consiguiendo el premio. Toca seguir remando, porque al final, el trabajo tiene su recompensa y por este camino deben llegar los triunfos. Así lo entendió ayer al afición, que tanto cuando finalizó la primera parte, como con el pitido final, aplaudió a todos sus futbolistas y agradeció su entrega.
El Elche hizo méritos más que suficientes frente al Mallorca para sumar los tres puntos, pero se tuvo que conformar con uno. Sory Kaba estrelló un balón en el poste y contó con una ocasión clara de marcar; Neyder vio como un defensa le sacaba un balón desde la misma línea de gol; Iván Sánchez ejecutó una falta que salió rozando el palo derecho del meta balear Reina; Borja Martínez...
¿Falta de puntería? ¿Mala suerte? Una mezcla de ambas impidieron que lo expuesto sobre el campo tuviera recompensa.
El equipo balear terminó con diez jugadores, por la expulsión de Abdón en el 79. Durante esos minutos finales del duelo sobraron ocasiones para desequilibrar la contienda del lado ilicitano, pero faltó claridad en el área rival. Esa no se entrena, se compra.
Además, para colmo de males, en la Liga 1/2/3 no existe el VAR. De lo contrario, el Elche hubiera tenido la oportunidad de lanzar un penalti, en el minuto 93, cuando Manuel Sánchez fue derribado en el momento en que se disponía a rematar de cabeza un balón dentro del área pequeña. El colegiado andaluz Milla Alvendiz no se atrevió a señalar la pena máxima.
Pacheta puso un once totalmente nuevo, con relación a la Copa, e hizo debutar inicialmente al lateral venezolano Alexander. El gasto realizado el jueves ante el Granada no pasó factura. El sistema de juego no varió y sólo cambiaron las piezas.
El Elche hizo una primera parte brillante, tuvo la posesión de balón, dominó el centro del campo y tuvo ocasiones para marcar, incluso Sory estrelló un esférico en el palo, pero Abdón, en el 37, fue el que puso por delante en el electrónico al Mallorca. El fútbol a veces es así de mezquino.
Tras un arranque en el que el Mallorca, guiado por Salva Sevilla, parecía superior, el conjunto ilciitano tomó el mando del encuentro y dominó por las bandas con Borja Martínez e Iván Sánchez, mientras que Javi Flores y Nino trataban de hacer labores de enlace con Kaba. La ocupación de espacio fue perfecta pero, una vez más, al equipo ilicitano le faltó matar en los últimos metros para ponerse por delante en el marcador.
Sory, además de estrellar un esférico en el palo, veía como Reina le sacaba un balón que iba para adentro tras un buen pase de Nino. Borja tuvo su ocasión y, sobre todo, Neyder, contó con el empate pero su balón lo desvió un defensa en última instancia. Y, al final, Iván Sánchez intentó una vaselina, tras un encontronazo entre Reina y un compañero, pero el balón se fue arriba.
Ni el gol de Abdón, tras una colada de Lago Junior por la derecha, hizo daño en la línea de flotación del barco franjiverde, que siguió a lo suyo.
En el minuto 52, Sory Kaba puso el empate tras un gran pase de Nino y el Elche se creyó que podía ganar el encuentro, ante un Mallorca que le vio las orejas al lobo después de ofrecer un inicio de segunda parte bastante plácido, y metió una marcha más en busca de ser dueño del balón.
El fútbol se equilibró y con los cambios de Javi Flores y Nino el equipo ilicitano perdió calidad en la zona de creación, pero ganó músculo en un momento límite en el aspecto físico, dado el calor reinante vivido en el coliseo franjiverde. Tras la expulsión de Abdón, los franjiverdes tuvieron fe en el triunfo. El penalti cometido sobre Manuel Sánchez pudo romper el empate, igual que una falta lanzada por Iván Sánchez que salió rozando el palo de Reina.
Pacheta apostó en la recta final por el juego directo y el hecho de que en el minuto 54 se viera obligado a sacar al campo a Juan Cruz por el lesionado Manu le impidió tener una bala más al final de la contienda para terminar de romper al rival. En esos instantes Josan podría haber provocado el desequilibrio en un Mallorca que se cerró atrás con dos líneas de contención y aguantó como pudo con la igualada a uno.
Los de Vicente Moreno dieron por bueno el resultado, mientras que el Elche lamentó de nuevo su falta de puntería y la existencia del VAR para aclarar las ideas al árbitro. La imagen fue buena, la velocidad del equipo la adecuada para la categoría, pero en el fútbol el gol es el rey y de momento este equipo franjiverde sigue destronado. La fórmula es la adecuada para salir del actual bucle.
