El Elche sumó ayer en Los Pajaritos su segunda derrota consecutiva de la temporada. Cayó 1-0 ante el Numancia merced a un gol en un penalti muy riguroso que convirtió en gol Guillermo.
Lo de losilicitanos fue un querer y no poder en tierras de Antonio Machado. Los franjiverdes se dejaron todo en el campo, fueron superiores a su rival durante la mayor parte del encuentro, buscaron el camino de la victoria con todos argumentos que tienen a su alcance, pero dos decisiones del colegiado madrileño Moreno Aragón resultaron decisivas en el devenir del duelo.
Mientras concedió una pena máxima a favor del conjunto local de manera ligera y poco responsable, en el minuto 29, no hizo lo mismo con Benja, cuando en el 90 se iba de cara a puerta y pudo ser trabado por detrás cuando se quedaba solo delante del portero Juan Carlos.
El partido pudo ser otro si el árbitro no se muestra generoso con el Numancia. A partir de ahí, los de López Garai jugaron con la inoperancia franjiverde cuando pisa el área rival. Nadie puede negar la voluntad y entrega del Elche, pero los merecimientos no dan los puntos, sino los goles, y el conjunto ilicitano, apenas puso en aprietos al cancerbero soriano.
Y si, luego, concede el de Benja, hubiera permitido empatar un encuentro del que el equipo de Pacheta no mereció salir trasquilados. Remar tanto para caer en medio del río, antes de llegar a la otra orilla, duele. Pero no cabe duda que hay que seguir insistiendo. Bajar los brazos no es propio de este grupo humano que la pasada campaña resurgió de sus cenizas, tras perder en Ontinyent, para llevar al equipo a Segunda.
Pacheta combinó en su once inicial músculo y calidad. Introdujo cinco cambios con relación al equipo que cayó frente al Reus (0-2), con Provencio, Manuel Sánchez, Nino, Javi Flores y Borja Martínez por Gonzalo Villar, el lesionado Xavi Torres, Sory Kaba, Chuca y Josan. Manuel Sánchez y Borja debutaron con la camisola franjiverde.
Un centro del campo sólido y arriba, Javi Flores y Nino bien acompañados por las bandas con Iván Sánchez y Borja Martínez.
Cinco cambios, casi la mitad del equipo, pero el mismo estilo de juego. El 4-1-4-1 siguió vigente, aunque con una medular más compacta.
El gol de Guillermo, en el minuto 29, debido a un penalti muy riguroso cometido decantó el partido del lado soriano a pesar de que el Elche hizo muchas cosas bien y se mereció otro resultado antes del descanso.
Los ilicitanos tenían el partido de su lado y ese gol fue un golpe duro. No obstante, los pupilos de Pacheta no perdieron su idea de fútbol. Buscaron con ahínco el área de Juan Carlos, aunque les faltó una mayor precisión en los metros finales.
Gran trabajo de Manuel Sánchez y Provencio en el centro del campo. Destacar la seguridad defensiva de los hombres de atrás en esos primeros 45 minutos. Faltó que la conexión Javi Flores-Nino tuviera premio y que tanto Borja como Iván Sánchez hicieran más daño por sus carriles.
Tras el descanso, no varió un ápice la historia del encuentro. El Numancia siguió a lo suyo, esperando a su rival atrás, mientras que el Elche dominaba la medular gracias a Manuel Sánchez y se volcaba sobre el área de Juan Carlos una y otra vez.
Falta de precisión
Faltó en la mayoría de los casos precisión en la línea de tres cuartos, aunque en un par de ocasiones la falta de puntería fue decisiva.
Pacheta pasó el 4-1-4-1 al 4-4-2 cuando dio entrada a Benja por Provencio. Luego, insistió con Chuca en el centro del campo y Josan por banda. Al murciano apenas se le vio en la medular, mientras que el crevillentino jamás intentó el uno contra uno con el que desbordar y se limitó a realizar centros que apenas crearon peligro sobre el área numantina.
El Elche insistió, murió en el área rival, y en el minuto 90, Benja pudo lograr la igualada. Cuando iba rematar el balón fue trabado por detrás y el árbitro evitó dirigirse al punto de penalti.
Los ilicitanos hicieron muchas cosas buenas para no regresar de vacío de Soria, dieron todo en el campo, pero no encontraron el fruto apetecido. Los detalles, de los que tanto se hablan en la categoría, en este caso con el árbitro como protagonista, impidieron que sumara lo que merecía.
Puede verse la botella medio llena o medio vacía. Si nos fijamos en la primera, el Elche mereció mejor suerte y lo dio todo en el campo para lograr algo positivo. Si atendemos a la segunda opción, habría que decir que se va a sufrir mucho en esta categoría. El coche franjiverde va a tope durante los 90 minutos, pero no le da para ganar los partidos. Así de claro. Hasta el mercado invernal no cabe otra cosa que seguir trabajando, no bajar los brazos e intentar en el próximo encuentro que todo lo que se está haciendo sea para encontrar el camino adecuado. Paciencia y trabajo. No hay existe otra medicina para curar ahora este mal.
