Francis Uzoho (Nigeria, 28 de octubre de 1998) ha aterrizado en Elche con el objetivo de superarse a sí mismo, como lleva haciendo siempre. El guardameta nigeriano tiene una serie de características, innatas y aprendidas, que son casi indispensables para forjar una carrera en el fútbol de élite.
Con 19 años, pocos porteros tienen las condiciones físicas de Francis. Sus 1,96 metros de altura y su gran envergadura sorprenden en un futbolista tan joven. Además, goza de una gran agilidad física y cerebral, considerándose muy hábil en los lanzamientos lejanos y en las situaciones de uno contra uno.
Aún así, Francis es consciente de puede mejorar notablemente en todas sus facetas. Ya lo sabía cuando la Academia Aspire se fijó en él, y cuando sorprendió a los ojeadores del Deportivo de La Coruña en 2016, donde en cuestión de un año dio el salto del juvenil al primer equipo.
Esa autoexigencia y ser una persona mentalmente fuerte son los dos principales intangibles del jugador. Francis se intentaba hacer un hueco en el fútbol nigeriano mientras su entorno se tomaba a broma que el joven jugador pudiera triunfar. Cuando todos le vieron levantar el Mundial sub-17 en el 2013, cesaron las burlas. Pese a ser el suplente en aquel evento, sabía que aquel era el camino a seguir.
Tres años más tarde le firma el Deportivo, para su equipo juvenil. A partir de ahí todo avanza de forma muy veloz, y Francis va demostrando credenciales para ser el guardameta del futuro del equipo gallego. Todo ello mientras aprendía a no darle importancia a las bromas que hacían en referencia a sus condiciones físicas y su corta edad. Centrarse en lo futbolístico le ha llevado a protagonizar una campaña espectacular, dejando su portería a cero en el 60% de encuentros ligueros, y en la que la titularidad en el Mundial de Rusia fue el premio final. Argentina y Croacia consiguieron doblegarle, no así Islandia.
Dar el máximo
Francis ha llegado al Elche con la ilusión de ser un jugador importante, pero sabiendo que nadie le asegura la titularidad: «Trabajo duro para que cuando llegue mi oportunidad pueda dar el máximo», admite el nigeriano, quien asegura que está «preparado para cualquier situación».
En el Deportivo esperó su oportunidad hasta el 15 de octubre, cuando debutó en Ipurua y consiguió no encajar ningún gol. Pero lo que sucediera anteriormente poco importa: «Lo que conseguí es pasado, ahora debo centrarme en el Elche», afirma.
El joven guardameta tiene claras sus metas para esta temporada, tanto a nivel personal como colectivo: «Quiero superar los registros de la temporada pasada», confiesa. Mientras que en términos grupales desea «ayudar al Elche a llegar lo más alto posible», incluso no cierra las puerta de un posible ascenso, a sabiendas de que es un reto mayúsculo. Francis sabe que mediante el trabajo diario todo es posible, incluso lo que se esboza como inimaginable.
En su labor diaria, compartirá terreno con José Juan. «Es un gran portero con mucha experiencia, sé que puedo aprender mucho de él», opina. Quizás su faceta a mejorar sea el juego con los pies. Algo fundamental para Pacheta y que, según Francis, es la principal virtud que le exigen a un portero en el fútbol español respecto a otros países.
De Catar a Galicia. Empezar el verano en Rusia para acabarlo en Elche. Francis es de los que no rehuye ante un reto, que no desperdicia una oportunidad. Es humilde, pero sabedor de que cumple las condiciones para triunfar.
