El Elche tiene parada la incorporación de jugadores. El límite salarial ya está completo y, por el momento, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) no permite ampliarlo, a pesar de los intentos que están realizando desde el club ilicitano. La única opción que existe en estos momentos para traer un jugador de banda, a poder ser zurdo, es que salga algún futbolista de la actual plantilla. Pacheta y la comisión deportiva le han abierto la puerta a Collantes, con quien no cuenta el técnico; y a Nando Quesada, al que se le está buscando un equipo de Segunda B para que salga cedido. A estos dos se les podría unir Jony, ya que una vez que ha llegado Xavi Torres el jugador ilicitano va a contar con pocas opciones de jugar.

Pero el Elche tiene un problema sobre todo con Collantes. El veterano extremo de 35 años tenía la temporada pasada una ficha que rondaba los 75.000 euros, pero se le incluyó una cláusula mediante la cual, en caso de ascenso, renovaba de forma automática por dos campañas más y su salario se ampliaba por encima de los 100.000 euros.

El jugador gaditano defiende sus intereses y el contrato que tiene firmado y, a pesar de que no está jugando ni en los amistosos de pretemporada, no está dispuesto a facilitar su salida. Va a ser difícil que encuentre un equipo en Segunda B que pueda asumir su ficha y, en caso de conseguir un destino, casi con toda seguridad, el club ilicitano se tendrá que hacer cargo de una importante parte de sus emolumentos, como ha sucedido en la cesión de Lolo Plá al Recreativo de Huelva.

Desde el Elche están intentando una rescisión de contrato porque liberar los más de 100.000 euros de su ficha sería como agua de mayo y permitiría tener cierta liquidez para firmar un nuevo extremo, que es la guinda que se quiere poner a la plantilla. De momento, Collantes está siendo un problema para el Elche.