El Elche mantiene su política de fichajes de cara a la vuelta a LaLiga 1|2|3. Reforzar el equipo con jóvenes jugadores que han realizado un destacado papel en la Segunda División B parece obligatorio para la dirección deportiva. La experiencia en la categoría de plata la aportarán varios de los héroes del ascenso: Nino, Provencio, Benja o Manu Rodríguez son algunos de ellos.
El talento y la frescura necesaria para sorprender a los rivales la ofrecerán fichajes como Víctor Moya Martínez, Chuca (Jacarilla, 1997). Igual que Gonzalo Villar, Chuca cree que ya era hora de abandonar el filial y buscar nuevos retos. «Espero que esta oportunidad me haga crecer como jugador y como persona», declaraba el interior zurdo.
El jacarillense entabló sus primeros contactos con el balón en el Kelme (una de las grandes canteras de la provincia) y no tardó en destacar. A los doce años, el Villarreal le incorporó a su fútbol base y a su residencia. Allí ha avanzado escalones hasta llegar a debutar en competición europea, el pasado 2 de noviembre ante el Slavia de Praga.
Antes de que terminara 2017, Chuca ya había jugado en todas las torneos que tenía a su alcance: Liga Santander, Copa del Rey, Europa League y Segunda División B. A pesar de su juventud, ya sabe lo que es luchar por un puesto: «Quiero hacerme un hueco en el once franjiverde. He estado en el primer equipo del Villarreal y sé lo que conlleva esa experiencia», declara Chuca, al que Javier Calleja le recomendó «salir de la rutina, conocer otros entornos y otros jugadores».
Una solución para Pacheta
La polivalencia es una característica cada vez más habitual en los futbolistas. Poder rendir en varias demarcaciones una garantía de éxito en el fútbol moderno. Chuca asegura productividad en la medular y en la banda izquierda, aunque todo profesional tiene una posición predilecta: «He jugado en banda izquierda pero me encuentro más cómodo en el centro», reconoce el nuevo refuerzo franjiverde.
Actuar en una posición interior potencia sus principales cualidades. Él se define como «un jugador con buena salida de balón, capacidad para el último pase y llegada desde segunda línea». Está en lo cierto, la mayoría de sus goles este año los firmó mediante incorporaciones al ataque que sorprendieron a las defensas rivales.
En el Elche deberá acostumbrarse a un ecosistema futbolístico distinto. «Me voy a adaptar bien a este estilo de juego. El míster quiere que presionemos arriba y trabajemos mucho», admite el centrocampista, quien asegura que «la rutina que llevaba en Villarreal se parece a la del Elche. Sobre todo en el trabajo diario».
La tranquilidad que le mostró el club y la cercanía a su Jacarilla natal fueron hechos clave para que Chuca decidiera decantarse por Elche como destino, así como la calidad del resto de la plantilla.
Fuera de los terrenos de juego, fuentes cercanas le definen como un chico inteligente y perfeccionista. Su humildad y su capacidad trabajadora hacen de Víctor Moya un ejemplo para los jóvenes canteranos, que ven en Chuca un espejo en el que mirarse.
Esta temporada luchará por un puesto en el once con Javi Flores, Gonzalo Villar o Provencio, en caso de que actúe en el medio. Juegue donde juegue, su presencia aporta un plus de calidad al equipo de Pacheta.
