El mayor de los hermanos Ñíguez vive su segunda juventud. Tras consumar el ascenso a Segunda División con el Elche, enseña a los más pequeños claves para prosperar en el mundo del fútbol en la cuarta edición del campus de su academia.

A sus treinta y tres años, Jony Ñíguez ha vivido multitud de experiencias en el balompié nacional. Hasta hace poco, podía contar aventuras en clubes como Mirandés, Guadalajara o Alcorcón. Pero no sobre el club de su ciudad natal. El pasado mes de enero tuvo la oportunidad de firmar con el Elche CF, hecho que cataloga como «un sueño cumplido». Fue él mismo quien le propuso su marcha al UCAM Murcia, club al que pertenecía hasta Navidad. En su presentación, a la cual asistieron tanto Saúl como Aarón, afirmó que aportaría «compromiso, carácter y espíritu luchador». Los más de mil minutos disputados desde febrero no dejan duda de ello. Todavía se le ponen los pelos de punta al recordar el ascenso.

P Repasando tu trayectoria, ¿considera que el ascenso con el Elche puede haber sido uno de los momentos más bonitos de su carrera?

R Si, totalmente. Hablo del tema y se me pone la piel de gallina. Desde hace tiempo buscaba un ascenso de categoría, es duro quedarse dos años a punto de conseguirlo. Ha sido la guinda del pastel tras cumplir uno de mis sueños, que es jugar en el Elche CF. Creo que es mi mayor éxito como jugador y lo llevaré siempre en mi interior.

P Con la llegada de Pacheta el equipo se mostró muy sólido, ¿esperabais esta racha?

R Desde que llegó, el míster mostró un convencimiento total. La importancia que supone transmitir al grupo lo que quieres es esencial, y así lo hizo.

P ¿Cuál es el principal objetivo del Campus Ñíguez Sport?

R Queremos que los niños capten la idea de mejorar los hábitos. Que tengan un buen desarrollo alimentario, escolar y de comportamiento es clave para su futuro éxito deportivo.