Diego García, presidente del Elche, conoció ayer en la sede de LaLiga en Madrid, que el club ilicitano contará con un presupuesto para la plantilla del primer equipo y cantera que superará por poco los cuatro millones de euros. Es decir, J0rge Cordero dispondrá del 40% de lo que recaude la entidad ilicitana en la configuración del grupo de futbolistas que la próxima campaña lucharán por dejar lo más alto posible en la tabla al Elche en la Liga 1/2/3.

Los ingresos que tiene previsto realizar la entidad franjiverde están cercanos a los diez millones. Seis millones los recibirá por los derechos televisivos, de acuerdo con el reparto establecido en el Reglamento Audiovisual, y por las Quinielas. A ello hay que unir las cantidades que se logren por la venta de abonos, publicidad y a través de otras partidas extraordinarias.

De todas maneras, hay que tener en cuenta que el Elche debe devolver un millón, a la patronal del fútbol, de los 2.250.000 que recibió el año pasado del organismo que dirige Javier Tebas. Por la ayuda del descenso tuvo 1.250.000 euros y otro millón con cargo al fondo de compensación. Es esta segunda cantidad la que la entidad que preside García ha de reintegrar.

Veintitrés jugadores

Jorge Cordero cuenta en estos momentos con 23 jugadores que disponen de contrato en vigor y es consciente de que antes de realizar fichajes deberá abrir la puerta a los que no entran en los planes de futuro de Pacheta y de la comisión deportiva.

El director deportivo está obligado a ir aligerando la nómina de efectivos para poder realizar nuevos fichajes. «Sé cómo está el mercado y hay jugadores a los que no llegamos. Pero si no puedes fichar al mejor jugador, hay que hacer el mejor grupo. Hay equipos con potencial económico que pueden marcar la diferencia, pero hay más vida y otras vías para suplir el presupuesto. Hay mercado para hacer un buen equipo», insiste un optimista Cordero.

El técnico cartagenero también ha dejado claro que desea un vestuario con hambre que priorice lo colectivo a lo individual. «Me da igual que vengan de Segunda o Segunda B. Quiero que los jugadores sean grandes personas, que vienen a un vestuario hecho. No me fijo sólo en el nivel deportivo. Si tiene mucho nivel deportivo, pero si veo algo en lo personal que no me gusta, no lo firmo», sentencia.