La afición franjiverde celebró por todo lo alto el ascenso del Elche a Segunda División y en la fiesta celebrada en la Plaça de Baix se volcó con los jugadores y cuerpo técnico, Pacheta y el almeriense Nino fueron los más coreados y el resto de jugadores recibieron un auténtico baño de masas.

Lo que también hicieron los seguidores del conjunto ilicitano fue pitar y pedir la dimisión del consejo de administración cuando Diego García, presidente del Elche CF, tomó la palabra en el acto institucional que tuvo lugar en el salón de plenos del Ayuntamiento.

Muchos no entendieron que el balcón Consistorial estuviera vacío mientras se escuchaba el acto por megafonía y, a juicio de Fina Ayas, presidenta de la peña IFEMA, «todo apunta a que Diego García tenía miedo de salir porque entonces la pitada hubiera sido todavía más sonora». La mayoría de los aficionados encuestados coinciden en la idea de que «ni olvidamos, ni perdonamos lo que ha ocurrido en el club en los últimos años en el plano institucional».

Fina Ayas recuerda que «no se puede tapar el sol con un dedo. Todos estamos felices con el ascenso, el trabajo realizado por Pacheta y su plantilla ha sido muy bueno, pero no podemos olvidar que nuestros dirigentes nos metieron en este berenjenal, que el club está en la ruina económica y hace apenas tres años estábamos en Primera. Nos llevaron al abismo. Eso está muy dentro de mí, no lo olvido, ni tampoco lo perdono».

Carlos Gil, de Pelucas Verdes, señalaba ayer que «el aficionado sabe muy bien toda la realidad y aunque esté loco por su equipo y lo apoye a muerte no olvida la gestión tan nefasta de sus dirigentes. Lo del descenso administrativo es algo que jamás olvidaremos. Fue muy duro. Para colmo de males, luego llegó la caída a Segunda División B, que a mi juicio vino provocada por algo que no puedo demostrar. No es normal perder tantos partidos seguidos».

Gil, que estuvo en Villarreal celebrando el ascenso del Elche, confesaba que «por encima de todo somos del Elche y llevamos la franja en el corazón, pero no somos tontos y sabemos quiénes son los que dirigen esta entidad y dónde nos han llevado».

Santiago Arteseros también considera normal que «la afición franjiverde mostrara su disconformidad con la manera de gestionar el club de este consejo de administración que preside. No podemos olvidar que gracias al ascenso han podido sacar un poco la cabeza, pero una campaña más en Segunda B hubiera significado la ruina. Para llegar hasta aquí han tenido que poner dinero para abonar las nóminas porque las arcas están vacías gracias a su mala gestión».

Santiago no pudo estar en Villarreal «porque aunque tenía entradas de abonados del equipo amarillo las medidas tan rigurosas que puso Paco Roig me llevaron a pensar que era mejor seguir el partido desde Elche. Luego, al ver el campo casi vacío, quedó demostrado que el presidente del Villarreal tendrá mucho dinero, pero muy poca categoría».

Joaquín Torres, portavoz del grupo Regeneración Elche, confesaba a título personal que «todos estamos muy contentos por el ascenso, el regreso a Segunda ha sido un auténtico balón de oxígeno para la economía del club, pero el aficionado de a pie no olvida todo lo sucedido y no puede aprobar la gestión de un consejo que lo ha hecho mal».

Paco Barceló, presidente de la peña Els Partiors, tiene claro que «el público es soberano y si pita es por algo. Llevan muchos años realizando una gestión horrible, nos metieron en el pozo y la gente no puede olvidar eso. Les pitaron porque se lo merecen. No se atrevió Diego García a salir al balcón. Los decibelios hubieran aumentado».

Finalmente, Ismael Ruiz, de Portus Ilicitanus y vicepresidente de la Federación de Peñas, considera que «no era el momento de pitar a nadie, en medio de la fiesta del ascenso, ni me parece que fueran justos. Pienso que es el momento de unirnos todos y eso es lo que vamos a tratar de hacer. Si hay que criticar a la directiva lo haremos y así no caeremos en el error de defender a Sepulcre como hicimos en su día».