P ¿Cómo ve el desenlace final de la eliminatoria por el ascenso entre Villarreal y Elche?

R En el fútbol nunca te puedes fiar, pero tengo la impresión de que el equipo ilicitano llega muy bien. Veo las caras por televisión de los jugadores y tengo claro que están convencidos de que lo van a conseguir. Combatir eso para el equipo amarillo es complicado. Los veo muy centrados, tanto a nivel físico como mental. Estan fuerte en todos los aspectos. Pero hay que tener en cuenta que enfrente habrá un filial. Disponen de jugadores con mucha calidad y en cinco minutos te la líaN. Tampoco olvido que en el Elche el factor Nino es importantísimo y aporta un plus de superación.

P ¿Le ha sorprendido cómo ha llegado el Elche al final?

R Antes del partido ante el Villarreal B en el Martínez Valero, tenía mis dudas porque conozco el potencial del filial. Iban a jugar en campo grande, con gente, en un gran ambiente... Los chavales disfrutan en esas situaciones y creía que el Elche lo iba a pasar peor. A priori me parecía complicado, pero luego el equipo de Pacheta estuvo extraordinario. En el partido del próximo sábado pienso, sobre el papel, que el campo pequeño le favorece al Elche. Hay menos espacios y resulta más fácil ir a las ayudas para frenar los uno contra uno de los jugadores de calidad que tiene el rival. Pero nadie se puede fiar, porque el conjunto amarillo se maneja fiel a una escuela. Pueden tener minutos brillantes en los que son capaces de rozar la perfección. En esos instantes el Elche deberá mostrar su veteranía y fútbol.

P ¿Qué piensan los futbolistas en vísperas de un partido como el del sábado en el que está en juego toda la temporada?

R Lo único que deseas es que llegue la hora del encuentro. Todo está estudiado, sabes lo que te va a exigir el rival y te mentalizas de que en noventa minutos te juegas todo. La humildad es clave. Está ahí el objetivo, pero hay que salir a tope, sin ningún tipo de relación, como si llevaras un cero a cero. Hay que marcar un gol como sea.

P ¿Cómo recuerda su ascenso en Barakaldo?

R Nosotros teníamos que ganar y esperar. No podíamos fallar nosotros y que luego las circunstancias nos favorecieran. El día anterior al partido entrenamos en Lezama y dentro del grupo teníamos claro que íbamos a subir. Había ese convencimiento a pesar de que debía acompañar también el resultado del Deportivo B-Córdoba. Nos tocó sufrir, pero luego, cuando acaba todo, saben mejor los éxitos. Jugamos con diez jugadores por la expulsión de Dani Marín y Ciriaco Ciriaco Cano nos sustituyó a mí y a Claudio, en el 40, por Emilio y Sukunza. La segunda parte en el banquillo resultó un suplicio. El reloj no avanzaba, Claudio se ponía de rodillas y besaba una estampa de la virgen, las informaciones que venían de La Coruña eran buenas, pero no te podías fiar porque en un minuto se pueden hacer dos goles... Lo pasé muy mal. Con el pitido final y la confirmación del ascenso la explosión de júbilo fue impresionante, con cerca de dos mil ilicitanos locos de alegría en el campo.

P ¿Le gusta que le recuerden por aquel gol con el que el Elche regresó a Segunda?

R Jamás me olvidaré de aquel partido y del gol en Lasesarre. Fue algo muy grande y me unirá siempre a Elche. Pero, además, fui feliz en esa ciudad y me trataron muy bien. Pasé de estar en Primera División con el Valencia y Espanyol a ser un desconocido del fútbol. Llegué procedente del Cartagena y en el Elche me volví a reivindicar.