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A una semana de la gloria

El Elche vence al Villarreal B con dos goles de Iván Sanchez y Nino y solo una hecatombe en el partido de vuelta le dejaría sin ascenso

El Elche tiene pie y medio en Segunda División tras ganar ayer por 2-0 al Villarreal B en el Martínez Valero delante de más de 20.000 personas, pero falta dar ese último paso para confirmar el regreso a la categoría de plata el próximo sábado. El objetivo se toca con la mano, está muy cerca, pero, a la vez muy lejos, porque en el fútbol las metas se logran cuando el árbitro pita el final y queda la vuelta.

Los 90 minutos en la Ciudad Deportiva del equipo amarillo serán muy largos, seguro, enfrente habrá un rival que sabe que lo tiene todo perdido, buscará la remontada y cuenta con jugadores capaces de hacerlo. El Elche cometería un error tremendo si pensara que con ese 2-0 de la ida ya lo tiene todo hecho.

Pacheta debe realizar una labor de zapa durante la semana entre sus jugadores para dejarles claro que se ha hecho lo más difícil, pero falta el último empujón. En esa tarea todas la virtudes mostradas ayer por el equipo ilicitano mueven al optimismo.

Se ganaron todos los duelos individuales, los futbolistas franjiverdes fueron más intensos que los chavales de la cantera del Villarreal y consiguieron minimizar al máximo todo el potencial de su rival. La lección aprendida en la primera parte del partido de Liga ha servido para saber explotar las debilidades de un contrincante con jugadores llamados a triunfar en el mundo del fútbol.

Este grupo humano transmite unas virtudes que los han llevado a encadenar 16 partidos sin perder y está en el mejor momento anímico y físico de la temporada. Además, como insiste el técnico, este equipo «tiene a Nino», que ayer salió de titular y volvió a demostrar que es eterno. Marcó el gol decisivo. El resto de compañeros estuvieron a un gran nivel, como Javi Flores soberbio entre líneas y, el gallego José Juan parando un penalti al borde del descanso.

El Elche se mostró ayer muy superior a su rival y, cuando el físico ya no daba para más, todos los futbolistas, sacaron de sus reservas más profundas, un gramo más de esfuerzo cada uno, para llegar al final sin recibir un gol de un rival que se adueñó del balón, aunque tampoco llegó con peligro al área del meta José Juan.

Iván Sánchez adelantó a los franjiverdes en el minuto 31. Y, de nuevo Nino, hizo el segundo en el 57. Con el 2-0, Pacheta encontró en cada momento la medicina que necesitaba el equipo hasta desquiciar al filial amarillo.

La primera parte fue para enmarcar, pero pudo terminar como el rosario de la aurora si Dalmau marca el penalti. Por fútbol y ocasiones el resultado debió ser más abultado, pero los detalles en fútbol son determinantes.

Benja tuvo dos claras ocasiones de marcar en el arranque del duelo, pero fue Iván Sánchez, al ejecutar una falta directa, el que metió el balón por toda la escuadra del meta Cantero, en el minuto 31. Un gol semejante al tercero de Ronaldo a España en el Mundial de Rusia.

Y, en el 36, Benja tuvo un mano a mano con el cancerbero del filial del Villarreal, pero no acertó a marcar. Oportunidades como esas son claves en este tipo de eliminatorias. Aunque lo que resultó decisivo fue el paradón de José Juan. En el minuto 44, el meta gallego detuvo un penalti a Dalmau. El portero franjiverde había derribado dentro del área a Raba unos segundos antes. Una cosa por la otra. El resultado era justo por los méritos ofrecidos por ambos equipos en ese primer capítulo del partido.

Tras el descanso, el Elche siguió a lo suyo, no especuló, hasta que Nino, el gran delantero franjiverde, ponía el 2-0 en el marcador, tras pase de Javi Flores. El almeriense volvió a ser mágico y metió el esférico pegado al palo derecho del cancerbero navarro del Villarreal B, al que ya le había marcado goles en Tajonar cuando ambos coincidieron en Osasuna.

Control, quiebro y remate. De libro. Así de sencillo lo hace el de Vera en el campo.

Con el 2-0, los ilicitanos vieron como el Villarreal B metía una marcha más. El físico ya estaba justo y, a partir de ahí, salió a relucir el ya conocido método Acciari. Los franjiverdes dejaron el balón al rival, pero manejaron bien los tiempos y permitieron que el reloj fuera caminando hacia al final mientras a los chavales del Villarreal se les iban nublando las ideas. Pacheta movió muy bien el banquillo. Quitó a Nino, en el 66, que había salido de titular, y metió a Collantes para ayudar a Manu a anular a Samu. Jony sustituyó a Provencio y oxigenó la medular, mientras que Josan salió por Iván Sánchez e interpretó a la perfección el papel de esconder el balón al rival. El marcador y no se movió y el 2-o final es un canto al optimismo, pero queda un mundo de 90 minutos. Tan lejos, pero tan cerca.

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