n José Rojo, Pacheta, entrenador del Elche, afronta la primera final por el ascenso con la moral por la nubes y consciente de que su equipo debe ser «consecuente con el modelo que nos ha traído hasta aquí e ir a por ellos desde inicio del partido».

«Soy sumamente optimista, porque el equipo sabe lo que tiene que hacer y los futbolistas han entendido que el Elche está por encima de todo», insistía el preparador burgalés antes de reconocer que «estamos a ocho días de salir en autobús o llorando. Sólo cabe pensar en el ascenso a Segunda y vamos a afrontar el duelo con emoción e ilusión».

Pacheta recordó que este tipo de eliminatorias suelen resolverse «en el segundo partido», y dijo que su equipo debe «ser duro y con capacidad para levantarse si nos golpean primero».

«El Villarreal B es bueno en todas las posiciones y tiene buenos futbolistas, pero a nosotros nos tienen que aguantar noventa minutos y en nuestro campo se hacen muy largos porque nos resuelven los partidos desde el banquillo», señaló el técnico de Salas de los Infantes.

No se marcó un resultado ideal para la vuelta, y comentó que más importante que mantener la portería a cero es «tener fe, ir a por ellos y correr por el compañero y por sus niños».

El entrenador del Elche pronostica un partido «bonito, duro y competido» entre dos equipos que desean la posesión del balón. «El que más clarividencia tenga hará sufrir al otro», explicó.

El preparador restó importancia a la baja del central Gonzalo Verdú, quien se perderá el partido por sanción, ya que indicó que, pese a ser un jugador importante, «cualquiera de las opciones están preparadas para sustituirle y hacerlo bien». También dijo que los que están a una cartulina de la suspensión, Nino, Manuel Sánchez, Tekio y Manu, «van a meter pie porque lo que interesa ahora es el primer partido».

Cuando se le preguntó por la respuesta de la afición, que puede acudir hoy al campo en un número superior a los 20.000 espectadores, señaló: «Algo bueno estaremos haciendo cuando hemos pasado de tener 5.000 aficionados cuando llegué, en el partido frente al Llagostera, a tener 20.000. Sólo les pido que sigan empujando hasta el final».