Pacheta siempre ha dicho que es un entrenador que no tiene «culo» (suerte). No obstante, en las últimas jornadas, parece que en su jardín ha crecido esa flor que siempre hace falta para que las grandes hazañas deportivas tengan un final feliz.

Todo lo ha logrado a base de trabajo en el mundo del fútbol y como jugador, gracias a su tesón, logró el sueño de pisar los campos de Primera División. Ya en tareas de técnico, no ha terminado de coger el tren adecuado que le haya llevado a la estación de la gloria. En estos momentos, como inquilino del banquillo franjivede, siente que su gran oportunidad está al caer. Ha metido al Elche en la final por el ascenso, tras eliminar de forma brillante a Murcia y Sporting B, y aspira a dar el salto a la categoría de plata.

El preparador de Sala de los Infantes toca el éxito con la punta de los dedos, pero es consciente de que en estos quince próximos días hay que ser capaces de terminar con éxito el trabajo de meses en el Elche y, de años, si nos atenemos a su lado más personal.

Está viviendo su primera fase de ascenso a Segunda y no quiere desaprovechar la ocasión en una plaza como la del Elche, con una masa social que está reconociendo su trabajo desde que llegó a la entidad.

Quince partidos lleva sin perder y le faltan otros dos para lograr el sobresaliente cum laude. En los últimos duelos está teniendo flor, sobre todo el domingo en Mareo. El equipo hizo todo bien para ganar, pero en el minuto 76 se encontró con un gol que pudo dejarlo fuera. Durante diez minutos la sombra de la eliminación sobrevoló sobre todo el franjiverdismo, pero apareció Nino de nuevo para arreglarlo, como sucedió una semana antes en el Martínez Valero.

Al margen de los resultados, el Elche de Pacheta llega a la gran final en el mejor momento de la temporada. El preparador burgalés ha sido capaz de que toda la plantilla vaya unida hacia el éxito. La mayoría de los jugadores se sienten importantes con él, jueguen o no. El dominio de los egos está siendo ejemplar. Futbolistas como Manuel Sánchez o Javi Flores están dando su mejor versión, que unir a las de Gonzalo Verdú o Neyder que ya venía rindiendo a un gran nivel. La cohabitación entre Benja y Sory Kaba está haciendo más fuerte al equipo, al igual que el rendimiento de Nino en las segundas partes. El terminar los partidos con Benja en banda derecha también ha ayudado a resolver en las últimas jornadas resultados que se habían puesto muy cuesta arriba. Y, en las bandas, reparte protagonismo a Iván Sánchez, Josan y Collantes.

Pacheta tiene una idea de fútbol y la lleva a cabo hasta las últimas consecuencias. A partir del nivel defensivo del equipo, plantea sus partidos de manera valiente consciente de que arriba cuenta con mucha pólvora. El único pero, que está recibiendo goles a balón parado y eso tiene que solucionarlo de cara a una final en la que los detalles van a ser definitivos. No cabe duda de que la flor de Pacheta ha crecido en los últimos encuentros, pero también es cierto que ha sabido regarla de manera adecuada. El equipo lleva quince partidos sin perder y eso no es fruto de la casualidad, sino del trabajo bien hecho.