Paco Bonet recibirá el domingo en Son Moix, con motivo del partido Mallorca-Elche (12 horas), el homenaje del club balear, equipo en el que militó en la década de los ochenta y en el que fue determinante en el ascenso a Segunda en la campaña 80-81. Un reconocimiento, que de momento, no ha tenido en el conjunto ilicitano, a pesar de que su traspaso al Real Madrid dejó en las arcas del Elche cien millones de pesetas.

Su estancia en el Mallorca se redujo a tres temporadas, en dos etapas. Bonet, que tanto jugaba de líbero como de centrocampista ofensivo, nació en Almuñécar (Granada) en 1959. A los diez años se trasladó a Mallorca, donde fue a parar al Molinar. Con 15 años fichó por el Atlético Baleares.

Fue el Elche el que se fijó en él y lo contrató por cuatro temporadas en la 78-79. Tras jugar unos partidos con su nueva escuadra fue cedido al Palencia, en Segunda B. En la temporada 79-80 regresa al Elche para jugar en Segunda División. En la 80-81, Antonio Oviedo, por entonces entrenador del Mallorca, vio la posibilidad de contar con sus servicios cuando el jugador fue destinado a Palma para realizar el Servicio Militar. Con 19 años, se enfundó la camiseta rojilla y fue determinante en el segundo ascenso consecutivo del equipo balear. Autor de 16 goles, fue el máximo artillero. «Fue una temporada sensacional que jamás olvidaré», recuerda Bonet, que el sábado volará desde Elche a Mallorca para recibir dicho homenaje. Además, el día 27, la Federación de Fútbol Balear también se acordará de él en su Gala, en el apartado de «Leyendas del Fútbol» de dicha región. «Recuerdo el 5-0 que le hicimos al Córdoba, el máximo rival para el ascenso, con dos goles míos», cuenta. El Mallorca ascendió y Bonet regresó al Elche en abril de 1981 para jugar la recta final de la Liga e intentar dar el salto a Primera con los franjiverdes. «Jugué cuatro partidos, pero me perdí el recordado duelo frente al Cádiz porque una semana antes fui expulsado en Málaga. Estuve muy cerca de conseguir dos ascensos en un año», explica.

Cuando terminó el Mundial de España, en junio del 82, lo fichó el Real Madrid. Le ofrecieron tres años, pero no le querían pagar el 15% que le correspondía por su traspaso.«Me negué a firmar y me volví al hotel». Bonet afirma que el club franjiverde «ya habían cogido los 50 millones de pesetas de su venta. Lo tenían todo atado, solo faltaba firmar mi contrato y me negué». Horas después retomaron las negociaciones y aceptaron las cuatro temporadas por unas cantidades y el 15% del traspaso. Además, el Elche recaudó otros 25 millones por el amistoso del club blanco en el Martínez Valero y la llegada de Miguel y Pérez García, valorados en otros 25.

La final de Copa del Rey que disputaron el Real Madrid y el Barcelona en La Romareda en 1983 marcó su carrera profesional. Durante la final fue objeto de una dura entrada por parte del central azulgrana Migueli y su rodilla ya no fue nunca la misma.

Regresó al Mallorca de Serra Ferrer en la temporada 86-87, la Liga del play-off, en la que terminaron quintos. Estuvo dos temporadas en el conjunto rojillo y con 29 años puso punto y final a una carrera marcada por la lesión sufrida a los 24 años en la final de Copa. «Tenía una temporada más de contrato, pero ya no podía ni seguir y decidí dejarlo. No estuve mucho tiempo en Mallorca, pero siempre fui muy querido y me siento orgulloso de que se acuerden ahora de mí», insiste Bonet, antes de reconocer que «en el Elche no he tenido esa suerte de que el club se acordará de mí como lo ha hecho de forma perfecta otros exfranjiverdes».