«Las cosas se ven de forma negativa, pero vamos segundos». Así reflexionaba Vicente Mir, técnico del Elche, en la rueda de Prensa ofrecida el domingo al mediodía, tras la derrota sufrida frente al FormenteraFormentera (0-1) en el Martínez Valero. El preparador levantó los dedos índice y medio de su mano derecha para recordar de manera enérgica que «vamos segundos».

En aquel momento no sabía que sus horas en el club ilicitano estaban contadas y nunca creyó que lo iban a empujar al precipicio desde dentro del club. Durante la tarde del domingo el consejo, con Diego García a la cabeza, tomó la decisión de destituirlo y cuando ayer por la mañana Vicente Mir llegó a club a entrenar, tenía previsto hacerlo a las diez de la mañana, le llamaron a la zona noble del estadio y ahí, por sorpresa, recibió la noticia de boca del director deportivo franjiverde Jorge Cordero. Incluso llegó a creer que era una broma. Pensaba que tenía crédito después de haber logrado dos ascensos con el Ilicitano y haber dirigido en los dos últimos años al Hércules y al Real Murcia, a los que clasificó para la fase de ascenso a Segunda División.

La sombra del pasado de Alberto Toril en el Elche y la paciencia que se tuvo con el exentrenador franjiverde ha sufrido el efecto contrario en Vicente Mir. Diego García y los suyos no quisieron ver la pasada campaña que el equipo se venía abajo y ahora, a las primeras de cambio, se han cargado, en la jornada 14, a Vicente Mir con el equipo segundo en la tabla, con 25 puntos, con el liderato a once puntos y el quinto puesto a tres.

También, en una jornada 14, el Elche prescindió de Fabri, temporada 1996-1997, que tenía al Elche en tercera posición del grupo III de Segunda B, con 27 puntos, los mismos que el Nàstic, mientras el líder era el Andorra con 28. El Terrasa era quinto con 24 puntos. Tras perder ante el Hospitalet (4-1), una frase lapidaria del gallego acabaría siendo su epitafio como técnico franjiverde: «El que quiera espectáculo, que se vaya a los toros».

Ciriaco Cano subiría a ese equipo a Segunda División, que también destituyó a Marcial Pina tras otro duelo ante el Hospitalet (1-4). Años después la historia se repite, pero falta por escribir el final de la película, que en aquella ocasión tuvo un final feliz con el ascenso del Elche en Barakaldo.

El entrenador valenciano arremetió el domingo, tras la derrota, tercera de la temporada y segunda como local, contra la falta de actitud de sus jugadores, si bien dijo que se sentía con fuerzas para revertir la mala dinámica, pero ya es pasado en el Elche.

Mir se despidió ayer por la mañana del grupo sin tapujos, de frente, como siempre que hace algo, recordando a cada uno sus jugadores lo que pensaba de ellos y pidiéndoles que si alguno había tenido un problema con él que lo dijera. Nadie tomó la palabra.

Decisión unánime

Horas después, sobre las doce del mediodía, era Jorge Cordero, director deportivo del Elche, el que ofrecía, en una rueda de Prensa, las causas de la destitución de Vicente Mir y para dejar claro que la decisión, que contó con el apoyo «unánime» del consejo, ha venido propiciada por «las malas sensaciones» que transmitía el equipo en las últimas jornadas y no por la posición que ocupaba en la tabla. «No es por ser segundos, sino por las sensaciones que deja el equipo, plano e indolente, de un tiempo a esta parte. Falta carácter, ideas y frescura más allá del partido del domingo», explicó en alusión a la derrota ante el Formentera (0-1) en el que a su juicio «tocamos fondo».

El cartagenero apuntó a que el equipo sufre un problema «psicológico y de falta de alegría y frescura» al encarar los partidos y admitió que la amplia diferencia de once puntos de desventaja con el líder, el Mallorca, ha pesado en la decisión del club.

Cordero admitió, a continuación, que le ha costado «cesar a una persona de su puesto de trabajo» y con el que mantenía una buena sintonía, aunque indicó que no tuvo «más remedio» que tomar la decisión porque el equipo ha ido «de menos a más».

Admitió que él es el «máximo responsable» de la situación por la que atraviesa el equipo. «Yo soy el que ha fichado a Mir y a estos jugadores, y la culpa es mía. También tienen su parte el entrenador y los jugadores pero a todos los he firmado yo», insistió Cordero, quien dijo que el siguiente en salir del club, si el equipo no mejora, «puedo ser yo». Por ello se ha puesto en contacto con los jugadores para intentar saber lo qué les está pasando y poner el remedio. «Ahora hay que olvidarse del primer puesto y centrarse en recuperar el vestuario. Me preocupa menos quién sea el nuevo entrenador que lo que les está pasando a los jugadores», insistió Cordero, quien afirmó que no se ha planteado dimitir. «Irme ahora sería de cobardes. A los jugadores los he traído yo y confío en ellos, pero igual que ha caído Mir puedo caer yo porque esto es el fútbol».

Finalmente, Cordero confesó que el Elche cuenta con la mejor plantilla de la categoría y anunció que no tendrá prisa por contratar a un nuevo entrenador, por lo que José Luis Acciari, técnico del filial, y Óscar Sánchez, ayudante de Mir, serán los encargados de dirigir al equipo esta semana. Adelantó que baraja una «amplia lista de candidatos» y que el perfil del nuevo entrenador se limita a «uno que pueda sacar rendimiento a los jugadores».