Se acabaron las pruebas. La pretemporada del Elche ha llegado a su fin y llega el momento de la verdad. El próximo domingo (19 horas), el conjunto ilicitano inicia en Sabadell su calvario en la Segunda División B y será el momento de comenzar a calibrar el potencial y las posibilidades del equipo franjiverde.
Vicente Mir ya tiene todas sus piezas en el vestuario del Martínez Valero y ahora tiene que construir un puzzle que quede bonito, ilusione y, sobre todo, consiga el retorno a la categoría de plata, que es el único objetivo de la presente temporada.
Todo el mundo coloca al Elche la vitola de favorito y ese cartel es asumido por club, jugadores, cuerpo técnico y afición. Pero cuando la pelota comienza a rodar y en una categoría tan traicionera, como es la Segunda B, muchas veces los presupuestos y los nombres de jugadores sirven de poco.
Mir ha conseguido reunir a un elenco de futbolistas que es elogiado por los entendidos. Hasta el Martínez Valero han llegado jugadores de contratada calidad que cuentan con la experiencia suficiente para afrontar una Liga cuyos focos estarán apuntando constantemente al conjunto ilicitano.
Ahora es el turno del técnico y su hombres. Si se quiere que las piezas ajusten, la unión, la humildad, el esfuerzo y la colectividad debe estar por encima de cualquier otro motivo que pueda desviar la atención.
El director deportivo, Jorge Cordero, no se ha cansado en repetir que «tenemos buenos jugadores y ahora lo que hay que formar es un buen equipo». Las individualidades deben dejar paso al colectivo.
Para ello, el entrenador valenciano inicia un semana en la que vista ya está puesta en el encuentro de la Nova Creu Alta.
Es el momento de comenzar a preparar bien los partidos, pero, al mismo, tiempo, de seleccionar bien.
Vicente Mir tiene donde elegir con, al menos, dos futbolistas por puesto y todos ellos con potencial para estar en el once titular.
Portería
Pero José Juan no se puede relajar porque detrás tiene a Guille Vallejo, que no está dispuesto a ponerle las cosas fáciles. La temporada pasada ya fue capaz de jugar 23 partidos con la Cultural Leonesa, que terminó campeón del grupo I y logró el ascenso.
Defensa
En el centro de la zaga, Golobart es un futbolista que asume galones y una petición expresa de Mir. El catalán formará el eje de la defensa con Gonzalo Verdú, otro de los fichajes con más nombre que ha llegado al Elche.
Para el lateral izquierdo hay más aspirantes y Adrián Jiménez es el llamado a iniciar la Liga en Sabadell. Peris arrastra molestias y tiene que estar varios días en el dique seco y Edu Albacar tardará varios meses en estar a punto para jugar. Por ello, a pesar de ser también central, Mir avisó el pasado sábado que Adrián Jiménez fue fichado como lateral zurdo.
Polivalencia
El preparador franjiverde ha probado con Diego Benito en varios partidos y parece que está dispuesto en insistir en la Liga.
En una situación parecida se encuentra Javi Flores, que puede jugar escorado a la izquierda y por detrás del delantero.
Para dotar de competencia a la zona del circulo central, los canteranos Benktib y Samba han agradado al entrenador en la pretemporada, pero, por lo menos, al principio, jugarán en el filial.
Esta idea que parece que tiene clara Mir, va a provocar que, inicialmente, sólo juegue un extremo puro. Y ahí, Collantes parte con ventaja por su mayor experiencia con respecto a Iván Sánchez, aunque el interior cedido por el Albacete ha demostrado cada vez que ha jugado en los amistosos que tiene calidad, velocidad y desborde.
Quien lo va a tener un poco más complicado es Iván Calero. Contra el Levante estuvo en el banquillo y no disputó ningún minuto, algo significativo porque fue el único convocado que no saltó al terreno de juego.
Pelea en el ataque
Benja ha llegado con la vitola del goleador de Segunda B de la pasada campaña y la estrella de la Cultural Leonesa. Todos los «gallitos» de la categoría se lo rifaban, pero el Elche se llevó el gato al agua.
Y por si fuera poco, están Lolo Plá, otro de los fichajes destacados que ha llegado del Cádiz, y el ghanés Sory Kaba, que por su fuerza y lucha va a tener muchos minutos.
La piezas están encima de la mesa, el dibujo final es atractivo e ilusionante y, ahora, debe ser Mir quien encaje todo y forme un bonito puzzle.
