Sergio Pelegrín dará el lunes una rueda de Prensa para despedirse de la afición franjiverde. Sobre las 17.30 se pondrá delante del micrófono y confirmará lo adelantado en estas páginas el pasado viernes, que cuelga las botas y que va a trabajar en el cuerpo técnico de José Bordalás, en el Getafe. El hasta ahora central franjiverde reconoce que "cuerpo y mente no van unidas " y es mejor decir adiós. Le duele dejar el fútbol en estos momentos, pero después de lo sucedido en la última campaña no se siente con fuerza para seguir vistiéndose de corto. Ha sido un año muy duro en el Elche, que culminó con el descenso a Segunda B, que le ha dejado huella.

El central catalán llegó a la entidad ilicitana en la temporada 2010-2011, procedente del Rayo Vallecano y, desde entonces, sumó 114 partidos oficiales como franjiverde en la competición de Liga. Tres campañas en Segunda División y dos en Primera División. Fue una de las piezas claves en el ascenso a la máxima categoría.

Hace dos veranos no se le renovó y tuvo que salir por la puerta de atrás por el llamado asunto de los capitanes. En el Alavés logró el ascenso y al acabar esa campaña una oferta del Elche le hizo volver. De esa forma, se sacaba una espina uno de los jugadores que más ha dado por el Elche y que a su juicio no mereció tener una despedida tan amarga. «Vuelvo a ser feliz», repitió en su presentación. Pero la campaña en el Elche no ha sido buena, sino todo lo contrario y el descenso le ha dejado muy tocado tras jugar 33 partidos, sumar 2.911 minutos y marcar dos goles.

Se va un profesional y una gran persona.