«Quiero un equipo competitivo y con carácter». Así se expresó ayer Jorge Cordero, nuevo director deportivo del Elche, durante su presentación en la sala de Prensa del Martínez Valero, consciente de que la Segunda División B es una categoría complicada en la que si no eres un equipo intenso estás muerto, por mucho que pasees el nombre de un club histórico como el franjiverde por esos campos de Dios que no pertenecen al fútbol profesional.

«Sé que es un reto complicado y difícil, pero voy a poner todo el empeño y el trabajo para que el Elche pueda volver de nuevo a Segunda División», indicó el técnico cartagenero, quien ha firmado por una temporada.

Cordero insistió en la «humildad» como virtud fundamental para afrontar el reto de lograr al final de la temporada el ascenso, «sabiendo en todo momento que hay que bajar al barro». En esa línea, de trabajar el día a día sin descanso, explicó que «el Elche está donde está y la fórmula es clara: Trabajo y unión».

Cordero, que ya vivió el último ascenso de Segunda B a Segunda con el Elche del desaparecido Tolo Plaza en su etapa de jugador, pidió de forma reiterada «unión» para alcanzar el objetivo y aseguró que asumir el cargo de director deportivo de un club histórico y con una gran afición supone una «gran responsabilidad».

Relación de 20 años

El nuevo director deportivo franjiverde afirmó que no puede negar su relación con Quique Pina, con el que ha estado vinculado en los últimos 20 años en clubes como Ciudad de Murcia, Granada o Cádiz, pero aseguró que el actual proyecto del Elche «es independiente» al empresario murciano. «Tengo un pasado que no me puedo quitar. Él me ha dejado que venga a este proyecto por el aprecio que le tiene al presidente Diego García, a José Sepulcre (ex presidente) y al club. Teniendo a Pina de nuestro lado son más ventajas que desventajas porque el éxito le ampara», concluyó un ilusionado Jorge Cordero.