Juan Francisco Martínez Modesto, Nino (Vera, 10 de junio de 1980) ha sido uno de los jugadores a los que más le ha afectado el descenso del Elche a Segunda B. Regresó el verano pasado a su casa, procedente de Osasuna, al equipo de su vida, con la intención de llevarlo a Primera y, un año después «me encuentro de baja (Se recupera de una lesión de rodilla) y en el paro». Tenía una temporada más de contrato pero la cláusula por descenso lo libera de forma automática. «En ella se deja claro que en el caso de caer a Segunda B queda extinguido», dice. De momento, su último partido como franjiverde lo disputó en Cádiz.

¿Barruntaba un desenlace como el actual hace unos meses?

No. Ha sido un palo muy duro, que vale por seis. Después de tantos años jugando al fútbol no esperaba que me iba ocurrir esto en mi club de toda la vida. Regresé muy ilusionado, con ganas de sacarme la espina de jugar con el Elche en Primera, pero un año después estamos en esta tesitura. Ver al Elche en Segunda B es muy duro. Ha sido un descenso criminal y va a tener que pasar un tiempo para asimilarlo.

Puede salir por la calle después de la debacle...

Cuesta un poco. Tengo la suerte de que la gente me quiere y agradece mi trabajo. Pero, tanto yo, como mi familia y mis más allegados lo estamos pasando mal. Ver a la afición ahí deprimida duele.

¿Volverá el seguidor ilicitano a verlo de nuevo vestido con la camiseta franjiverde?

Voy a escuchar al Elche, si desean que siga, pero antes quiero saber el proyecto que va a hacer y estudiarlo todo. En estos momentos, no hay nadie en el club y me toca esperar y recuperarme física y mentalmente. Yo sé lo que siento por el Elche y si nos sentamos a hablar, en el tema económico no van a existir problemas. Ahora, estoy de baja y en paro.

¿Cuáles son las causas del hundimiento del Elche?

El equipo ha tenido debilidades durante todo el año, pero se ha visto mal en los últimos ocho partidos. Nos hemos ido a pique y desgraciadamente no pusimos ningún remedio. Tácticamente no estuvimos bien desde el inicio, tampoco desde el punto de vista físico y mental y la mezcla de todo nos llevó al pozo.

Físicamente el equipo no era capaz de terminar los partidos...

Yo pienso que más que un tema físico fue algo mental. El equipo cogió miedo de que se iba a pique, el precipicio cada vez estaba más cerca y ni las piernas, ni tampoco la cabeza respondían. Queríamos, pero no podíamos. Resultó angustioso y no fuimos capaces de frenar la caída.

¿La destitución de Toril llegó demasiado tarde?

No es algo que los jugadores debíamos resolver y hablar ahora de eso ya no lleva a ninguna parte.

Defensivamente el Elche siempre fue una ruina...

Éramos muy frágiles desde el primer momento, pero la Liga avanzaba e íbamos combinando una buena con otra mala. Pensábamos que por este camino no pasaríamos problemas. De todas maneras, también llegué a reflexionar que, en el momento en que los de arriba no estuviéramos acertados el equipo lo iba a pasar mal y desgraciadamente así ha sido. No arreglamos el tema defensivo y cuando falló el ofensivo todo se vino abajo y no fuimos capaces de ganar.

¿El vestuario estuvo por la labor de sacar al equipo del atolladero?

Siempre ha querido el bien del equipo, ha estado comprometido en todo momento, pero desgraciadamente, todo lo que se hablaba fuera no éramos capaces de plasmarlo en el campo. Por darle vueltas a las cosas no ha sido. Las cosas se repitieron una y mil veces, pero no se plasmaron en el campo, que es donde se ganan los partidos