Hundido y con cara de resignación. Así acudió Vicente Parras a su última rueda de Prensa de la temporada. El técnico ilicitano, que afrontó el reto de intentar salvar al Elche con mucha ilusión, ha vivido una de las peores pesadilla de su carrera.

«Sabiamos que iba a ser un encuentro triste y doloroso. Era comprensible por la situación. Ha habido partido hasta el que el Oviedo ha dicho vamos por ello. Porque hemos sido incapaces de aguantar su ritmo y en la segunda parte fueron muy superiores», comentó el preparador.

Sobre los incidentes de la afición con Armando antes del choque indicó que «no sé lo que ha pasado, pero sabíamos los momentos que nos iba a tocar aguantar. Era para agachar la cabeza porque no hemos cumplido y nuestra afición ha sido ejemplar».

Parras admitió que «estamos desolados porque ha sido una de las peores temporadas de la historia del Elche. Intento ser muy crítico conmigo mismo. Yo podía haber hecho más, igual que el resto y espero que todo el mundo sea igual de crítico. Lo hemos pasado todos muy mal y era un barco en el que estaba entrando mucha agua, pero cada vez, en vez de buscar vías de escape, entraba más».

El técnico del Elche aseguró que «me voy con un sentimiento de desolación y no puedo engañar a nadie porque he sumado un punto de 21», pero, al mismo tiempo, espera «un punto de esperanza» de cara al futuro «porque esta institución es muy grande y hay que sacarla adelante», concluyó el entrenador ilicitano.