El Elche no parece tener solución. Un partido que debía ganarse sí o sí, con cerca de quince mil aficionados en la grada del Martínez Valero, termina con gritos de «¡directiva dimisión!» y una sensación de que el equipo va camino de la Segunda División B en caída libre. Sin fútbol, sin físico y sin suerte, el futuro se muestra muy oscuro.

Los frajiverdes no realizan un partido bueno, ya que su fútbol hace tiempo que desapareció, pero al menos contó con varias ocasiones para decantar el resultado de su parte. El debutante Sory Kaba, en dos ocasiones, Borja Valle y Nino tienen claras oportunidades de batir a Roberto, pero les falló la puntería.

Con la expulsión de Urko Vera, en el minuto 41, parecía que todo estaba a favor, pero no se fue capaz de noquear al rival, que con el tiempo ya cumplido tuvo su ocasión, en un balón colgado sobre el área, Carlos Moreno mandó el balón dentro ante la desesperación de jugadores y afición. La salvación está cada día más complicada y el Mirandés sigue sumando sus visitas al coliseo franjiverde con victorias. El Elche fue víctima de su ansiedad y precipitación y ya suma cinco derrotas consecutivas.