El Elche vive hoy su segunda final consecutiva. Toca ganar. Tras superar el pasado domingo al Sevilla Atlético y escaparse a seis puntos de la zona de descenso toca ahora sumar otra victoria frente al Numancia para acercarse a los 50 que permiten seguir en la categoría de plata una campaña más. Para ello hay que derribar la muralla numantina. A partir de las 16 horas el equipo ilicitano debe dar lo mejor de sí mismo para que todo el botín se quede en casa. Como sucedió ante el filial hispalense, ante los sorianos, por encima de todo, priman los tres puntos.

El equipo está diezmado por las lesiones y los que salten al campo deberán darlo todo para no verse otra vez muy cerca del precipicio y evitar que los nervios vuelvan a ser presa de todos. Los jugadores ya han demostrado que están con el entrenador, el ultimátum que tenía Alberto Toril frente al Sevilla Atlético, por mucho que dijera ayer el técnico que no lo sintió, se ha relajado un poco, y convendría ganar para no volver de nuevo a la taquilla de salida. La postura conservadora del consejo ha dado sus frutos de manera momentánea y la terapia de los triunfos es la mejor medicina para evitar los dolores de cabeza y la ansiedad que provoca verse ahí tan cerca del abismo.

Aquí nadie quiere matar a Toril, como dijo el extremo Hervías en su comparecencia ante los medios de comunicación el pasado miércoles, ni tampoco existe un negativismo en el entorno del equipo, sólo el deseo ferviente de que el Elche salve la temporada después de que todo el mundo se hiciera la ilusión de que con este equipo, sobre todo con los refuerzos de Navidad, se podía aspirar a jugar al menos la promoción.

Los números no engañan y este grupo sólo ha podido luchar hasta ahora por no verse metido en jaleos. Así de crudo. Eso no es ver las cosas de forma negativa, sino ambiciosa, pero la realidad es terca. Una prueba de ello es que, en toda la Liga, el Elche no ha sido capaz de enlazar dos triunfos consecutivos.

El sábado, ante el Numancia, a la undécima debe ser la definitiva. Son ya diez las veces que el Elche ha tratado de sumar en esta Liga dos triunfos seguidos y en todos esos intentos ha fracasado. El último fue frente al Real Zaragoza. Tras vencer al Nàstic se cayó frente los aragoneses. Hasta entonces, Girona, UCAM, Levante, Córdoba, Almería, Cádiz, Tenerife, Huesca y Alcorcón lo impidieron. Ahora, el equipo quiere romper ese gafe con los pupilos de Jagoba Arrasate.

Una asignatura pendiente que de aprobarse frente a los castellanos llevaría al Elche a los 45 puntos y, con esos números, a conseguir casi la permanencia.

La rodilla de Pelegrín

José Ángel será el elegido por Alberto Toril para acompañar en el centro del campo a Álex Fernández. Las bajas por lesión de Dorca, Matilla, Pelayo, Fabián y Mandi obligan a utilizar un central en esa demarcación. Por su parte, la baja de Pelegrín, que tiene una lesión en la rodilla que puede dejarlo fuera bastante tiempo, dará entrada en el once a Armando, que pese a estar alejado del equipo durante varios encuentros siempre ha sido un ejemplo de profesionalidad y de apoyo a su equipo.

Ante la falta de futbolistas en la medular el técnico ha citado al jugador del filial Antonio Caballero, un centrocampista que tiene llegada al área rival.

Además de Liberto, recuperado de sus dolencias musculares, también han vuelto Rober Correa y Josete, que llevaban tiempo fuera del grupo de los elegidos. Son bajas los lesionados Pelegrín, Dorca, Guillermo, Fabián, Pelayo, Matilla, Mandi y Eldin, además de Hugo Fraile, por decisión técnica

CONVOCATORIA

Porteros: Juan Carlos y Germán.

Defensas: Rober Correa, Túñez, Armando, José Ángel, Josete, Edu Albacar, Iriondo y Luis Pérez.

Centrocampistas: Álex Fernández, Liberto, Pedro, Hervías, Borja Valle y Caballero.

Delanteros: Nino y Malonga.