Luis Aragonés, exseleccionador nacional y exentrenador del Atlético de Madrid, decía que las Ligas y los objetivos se deciden siempre en las 10 últimas jornadas. Ese es el número de partidos que le restan al Elche para llegar al final de la competición. Nada menos que 30 puntos en juego y los 50 que dan la permanencia están a once.

Sevilla Atlético, Numancia, Almería, Mirandés, Reus y Oviedo deben pasar por el Martínez Valero, mientras que se debe visitar a Valladolid, Mallorca, Getafe y Cádiz. Un calendario complicado y, lo que es peor, la sensación de que el equipo está en un callejón de difícil salida, con muchas dudas y un técnico en la encrucijada.

Los últimos resultados cosechados por el Elche en la Liga dejan al equipo al borde del precipicio. El infierno se encuentra ahora a tres puntos y las dudas en estos momentos no son buenas consejeras.

El manido «torilismo», del que se ha venido hablando hasta la saciedad en los últimos tiempos, no parece haber pasado la prueba del algodón y vive sus momentos más bajos de la temporada. Su crédito ha bajado muchos enteros. Ya muy pocos en el entorno se creen su filosofía de juego e incluso ya dudan de si será capaz de conseguir el billete de la permanencia. Lo del juego bonito está muy bien, pero el fútbol consiste en sumar de tres en tres y esto no se está haciendo. Este equipo no sabe ganar un partido por 1-0. Esta es su mejor definición.

Desde el consejo de administración no se habla de ultimátum, aunque algunos consejeros sí están a favor del cambio, y se opta por apretar los dientes para salir como sea de esta situación tan complicada.

Algo importante tiene Alberto Toril, y eso lo saben los dirigentes ilicitanos, que la mayoría del vestuario está de parte del cordobés.

El propio Edu Albacar, uno de los jugadores más importantes del grupo, mostró su apoyo incondicional al entrenador, Alberto Toril, en el peor momento de la temporada, al final del encuentro en Córdoba. Me consta que no es un brindis al sol, sino el deseo del catalán y de muchos de sus compañeros de fatigas de sacar esto adelante con Toril dentro del barco. «Personalmente confío en él y confiaré hasta el final de la temporada», aseguró el jugador tarraconense, quien lamentó que sean «matices en cada partido» lo que han impedido al Elche sumar más puntos para estar en una posición más desahogada.

Albacar pidió a su equipo dar un paso adelante en las próximas jornadas para revertir la actual dinámica negativa que atraviesa el conjunto ilicitano. «Cuando las cosas salen bien, todos estamos felices y contentos, pero cuando van mal hay que sacar el orgullo. Hay que dar un paso adelante y sacar los dos partidos que vienen en casa para salir de esta situación que empieza a ser peligrosa», admitió el jugador catalán. El lateral, que volvía a la titularidad tras dos meses fuera del equipo por una lesión en la rodilla, admitió que el vestuario del Elche es consciente de que se han complicado la vida, así como de que han dejado escapar una buena oportunidad en las últimas jornadas para mirar «hacia arriba» de la clasificación.

Albacar aseguró que la plantilla está capacitada para pelear por el nuevo objetivo y no tuvo dudas de que el grupo se repondrá rápido, comenzando la próxima jornada con el partido ante el filial del Sevilla en el Martínez Valero.

El jugador insistió en que dinámicas negativas como la que atraviesa actualmente el Elche «pasan durante una temporada y que el equipo no tiene ahora más remedio que pelear «por otro objetivo».

Este es el mensaje que esta semana los más veteranos van a transmitir al resto antes las dos finales que va a tener el equipo por delante en el coliseo ilicitano.

El grupo está bastante unido y consideran un «buen tipo» al técnico y van a dar la cara por él.

Además, el director deportivo José Luis Molina también tiene un importante trabajo que hacer a la hora de concienciar a los jugadores y de aclarar conceptos con el entrenador en una semana decisiva para el equipo. Durante el regreso de Córdoba, en la noche del domingo, que fue un funeral, ya le hizo varias llamadas al preparador cordobés. En esa tarea de tratar de no dejar ningún cabo suelto el equipo se concentrará en el hotel Milenio el sábado por la noche. El domingo, día 9, se recibe al filial hispalense, y se quiere llegar sumamente metidos en el duelo.

Desde el club se tiene claro, es la hora de unir fuerzas y de demostrar que la plantilla está capacitada para salir del embrollo en el que se ha metido.