El Elche afronta esta noche (20 horas) una auténtica final ante el Nàstic en el Nou Estadi de Tarragona. El equipo de Alberto Toril suma tres jornadas consecutivas sin ganar, igualando su peor racha del campeonato, lo que le ha alejado a ocho puntos de la zona noble y acercado a solo seis de los puestos de descenso.

El hecho de encontrarse el equipo en tierra de nadie no debe ser sinónimo de relajación, sino de todo lo contrario. Ningún franjiverde quiere mirar para abajo, pero si no se suman puntos el infierno estará más cerca y las piernas pueden temblar a más de uno. Por contra, poner ahora el objetivo arriba no es muy realista. En ese cóctel de sensaciones vive el Elche, una combinación que puede resultar peligrosa si no se tienen las ideas claras. Quizás, el de hoy, no sea un partido dramático, con todos sus tintes, como afirma el técnico franjiverde, pero también es cierto que si no se compite al 200% superar al conjunto tarraconense será una tarea muy complicada y regresar de vacío una oda a que los miedos aparezcan en el entorno.

Los tres puntos de hoy son vitales para acercarse lo antes posible a los 50 que te permiten seguir una campaña más en Segunda División. Este debe ser el objetivo, en estos momentos, después de que el tren de la promoción se haya escapado en repetidas ocasiones. Sólo ganando encuentros como el de hoy se podrá volver a estar en condiciones de coger el tranvía que te lleve a la estación en la que se disputará el play off.

Ahora es momento de escapar de la zona de peligro y de no pensar en otras cosas. Los últimos resultados han llevado al equipo a la actual situación y el tal manido partido a partido adquiere ahora su mayor dimensión.

La irregularidad ha matado a este equipo y sólo si es capaz de unir sensaciones y resultados se podrá pensar en otras cosas. No es fácil, porque no se ha hecho en toda la temporada y los milagros son casi imposibles en el mundo del fútbol.

Un regreso de lujo

Alberto Toril recupera a Dorca, ausente frente al Alcorcón por tarjetas, regresa al centro del campo. Un jugador clave en los esquemas del preparador cordobés, que llevará a Álex Fernández al banquillo. El catalán acude al rescate en una medular que sin él, ante el Alcorcón, se perdió en el laberinto.

La otra novedad del equipo puede ser Pelayo, habitualmente titular en los partidos lejos del Martínez Valero. El asturiano jugará por detrás de Nino, mientras que Borja Valle, Hervías y Pedro se disputan dos puestos en las bandas, con más opciones para los dos primeros.

La única baja por lesión, además de las de larga duración de Matilla y Mandi es la de Eldin, quien ha sufrido esta semana una rotura muscular que lo apartará del equipo durante diez días. El hispano-bosnio no está teniendo suerte.

Además, el preparador cordobés ha prescindido de Hugo Fraile y Malonga, presentes en la lista frente al Alcorcón, el primero incluso jugó en la segunda parte. Sus puestos han sido ocupados por Dorca y Edu Albacar. El centrocampista será titular y el lateral esperará su oportunidad en el banquillo, ya que el elegido por Toril va a ser hoy Iriondo. El vasco se ha ganado un puesto en el once a base de trabajo diario y esfuerzo. Tampoco se desplazaron con el grupo Armando, Josete y Robert Correa.