El Elche dejó escapar dos puntos en el tiempo añadido al cometer el central Armando un penalti absurdo que significó el empate a uno del UCAM Murcia, ya que Jona, mandó el balón a la red desde el punto fatídico. La sensación de desconsuelo invadió no sólo a la afición franjiverde, sino también a un vestuario que no termina de dar el salto a la zona de los privilegiados. Siempre pasa algo que estropea todo lo bueno hecho anteriormente y, en esta ocasión, fue una pena máxima totalmente evitable.

Con un hombre menos, el UCAM logró el empate de un partido en el que los locales tuvieron ocasiones para llevarse el triunfo, pero que no supo convertir en gol. Con todo a favor y el árbitro muy cerca de pitar el final, el conjunto murciano colgó un balón en el área, a la desesperada, el meta Juan Carlos lo despejó sin problemas, con toda la ventaja para él, mientras que Armando agarró a un rival dentro del área y el árbitro le pilló la matrícula. Un regalo que los pupilos de Francisco no desaprovecharon y que les permitió sumar un punto que los aleja de abajo.

El Elche hizo muchas cosas bien para llevarse el partido sin agobios, la vuelta al 4-4-2 hizo jugar más al equipo, en los cambios Toril estuvo acertado, sobre todo en los dos primeros, y sólo faltó puntería para sentenciar. Quizás, al final, la entrada de Álex Fernández pudo dar más tranquilidad al equipo a la hora de cerrar el partido, pero también es cierto que si, en el minuto 86, tras un gran contragolpe bien llevado por Liberto, Nino empuja el balón al fondo de la red, todo hubiera sido de otro color.

Falta saber si el centrocampista madrileño se negó a saltar al campo o tuvo algún rifirrafe con el entrenador que le hizo cambiar de opinión a Toril en unos minutos cruciales del encuentro. Lo cierto es que Álex Fernández estaba preparado para jugar, se había puesto ya la camiseta, pero al final saltó al campo el delantero Malonga. El técnico reconoció en la sala de Prensa que su cambio era el del exjugador del Espanyol, sin querer dar más pistas de los motivos que le llevaron a variar la idea inicial.

Había que cerrar el partido y no entrar en un duelo de ida y vuelta porque tenías todo las de perder, y no jugar al contragolpe a un rival que tenía diez jugadores en el campo. La salida al campo de Malonga no se puede explicar a esas alturas de partido.

Además, se demostró que Armando no estaba fino para jugar a lo largo de los 90 minutos, mientras que Josete y José Ángel, los otros centrales del equipo, además del sancionado Sergio Pelegrín, estaban en la grada y no en el banquillo.

Lo cierto es que los pupilos de Toril se pegaron un tiro una vez más y, cuando tenía todo a su favor para sumar tres puntos, regalaron dos por una acción absurda que debió evitarse. No valen excusas.

La primera parte estuvo marcado con el gol de Nino desde el punto de penalti. El árbitro estuvo bastante riguroso a la hora de señalar como pena máxima una carga de Tekio sobre Guillermo dentro del área. El delantero almeriense no falló y sumó su octavo gol de esta campaña en Liga en el minuto 7.

Alberto Toril regresó al 4-4-2 y explotó las bandas con dos laterales ofensivos como Luis Pérez e Iriondo, y dos extremos desequilibrantes.Optó por el vértigo por encima del poso. Hervías estuvo libre para crear peligro allí donde llegaba y ese estilo de juego quitó protagonismo a Fabián.

En UCAM Murcia sólo creo problemas en las jugadas a balón parado, ejecutadas de manera magistral por Collantes, y en un par de penetraciones por banda izquierda de Iban Salvador.

Mas intensidad

Tras el descanso, el Elche adelantó su línea de presión y ahogó la salida de los universitarios. Los ilicitanos parecían tener el partido en el lugar que querían y todo apuntaba a que el segundo gol, el de la tranquilidad, podría llegar en cualquier momento.

Cuando el centro del campo pareció perderse, Toril sacó más músculo, y acertó sustituyendo a Pelayo por Guillermo. El asturiano supo aumentar el nivel de presión del equipo franjiverde, robó infinidad de balones y colaboró en varias ocasiones que pudieron terminar en gol.

Todo se puso a favor de obra, en el minuto 73, cuando el UCAM se quedó con diez jugadores por la lesión de Luis Fernández, con los tres cambios realizados.

El segundo cambio fue el de Liberto por un Borja Valle ya agotado, con falta de ritmo de partidos, y el castellonense dibujó una contra que no supo culminar Nino con toda la portería para él. Hubiera significado el 2-0, en el minuto 86. Al final, Malonga debutó en el 89, sustituyendo a un Nino que abandonó el campo coreado por una afición que quiso animarle después de fallar una oportunidad clara. Y, cuando ya la victoria se saboreaba, llegó el gol rival y el desconsuelo de la parroquia y de todo el entorno franjiverde.