El meta del Elche, Juan Carlos Martín, ilustra su cuenta de Twitter con una frase que define su filosofía de vida bajo los palos: «No se puede vencer a alguien que nunca se rinde». La verdad es que su trayectoria en el equipo franjiverde, en el que ha jugado los primeros 15 partidos de Liga, muestra que, a pesar de que el equipo a veces muestra una gran debilidad en defensa, él nunca se rinde. Si uno se fija en sus estadísticas comprueba que el cancerbero del Elche es el más batido de la Liga 1/2/3 con 23 goles, uno más que el del Mirandés Sergio Pérez, que ha sacado de su portería 22 balones, en 14 partidos. Unos guarismos que dicen poco de su realidad en el conjunto franjiverde.

Si uno se queda en ese dato y no ve los partidos del Elche en esta temporada puede llegar a la errónea conclusión de que al portero nacido en Marchamalo (Guadalajara) le meten todos los balones que llegan a su área. Hasta puede ponerle el cartel de desastre. El mundo del fútbol suele ser muy duro con los porteros y coloca en su percha la culpa de la mayoría de dianas que reciben los equipos.

La realidad es bien distinta y se puede decir que Juan Carlos no da abasto. Hay que tener en cuenta que su efectividad bajo los palos es del 74%. Un porcentaje impresionante en un equipo como el Elche al que le hacen infinidad de ocasiones de gol.

Aunque se ha visto obligado a sacar de su portería 23 balones, también conviene recordar que le han llegado los equipos rivales en nada menos que 86 ocasiones, en los quince partidos que se llevan de competición en la categoría de plata. En 63 de ellas evitó que el esférico se fuera para adentro y en muchas de ellas que el equipo sacara un buen resultado o, como en el caso del último partido ante el Almería, en el estadio Juegos Mediterráneos, no salir goleado ante un conjunto que se mostró infinitamente superior.

De las 23 dianas que ha recibido, 19 llegaron desde dentro del área y el resto, de fuera.

El portero más ocupado

Sin duda alguna, Juan Carlos es el portero que más trabaja de la categoría. En este aspecto la diferencia con el resto de metas es abismal. Alberto, del Cádiz, ha recibido 15 goles y hecho 56 paradas. Le siguen, si nos atenemos al número de balones que han evitado que se fueran dentro de la red, Sergio Pérez (Mirandés-51), Dmitrovic (Alcorcón-40), Edgar Badía (Reus-39), Herrera (Huesca-37), José Juan (Lugo-35) y el exfranjiverde Juan Carlos (Oviedo-35).

Juan Carlos Martín es el único jugador de la plantilla que ha disputado todos los minutos de la liga, 1.350. Sólo ha conseguido mantener la portería a cero en los duelos ante Huesca (0-3) y Valladolid (2-0). En su cuenta particular hay que sumar el hecho de que ha detenido dos penaltis. El primero al jugador del Tenerife Vitolo y el segundo, al del Numancia, Julio Álvarez, que intentó engañarle lanzando la pena máxima al estilo «Panenka». El alcarreño aguantó al futbolista del conjunto castellano y le detuvo el balón.

Ambos sirvieron para que el Elche sumara cuatro puntos y se mantuviera en la parte tranquila de la tabla.

Inicio dubitativo

Juan Carlos llegó al Elche procedente del Rayo Vallecano, de la mano del director deportivo José Luis «Chuti» Molina, y su comienzo en el club no terminó de ilusionar a la afición franjiverde. El hecho de que fuera obligado a jugar con el pie más de la cuenta en sus partidos iniciales de Liga, en un momento en el que Alberto Toril buscaba salir desde atrás con el balón controlado, le llevó a cometer algún error que provocó más de un pitido en la grada. Para colmo de males, en el segundo partido de Liga jugado en el Municipal de Montilivi, frente al Girona, pudo hacer algo más en una falta lanzada por Borja García que se fue para adentro.

La sombra del meta riojano Javi Jiménez, que había hecho una gran campaña con Rubén Baraja, pareció por momentos ser bastante alargada, pero el trabajo diario y su entrega han demostrado que el Elche tiene un portero de garantías bajo los palos. De momento, tanto a Germán Parreño como a Pol les toca esperar. El primero, sólo ha tenido la oportunidad de jugar los partidos de Copa ante Mirandés y Alcorcón, en los que también demostró que está preparado para sustituir a su compañero.

Las virtudes de Juan Carlos están destacando no sólo cuando tiene que evitar que el esférico bese su portería, y trabajo tiene para evitarlo, sino también cuando debe tomar decisiones en los balones a espaldas de la defensa que debe dirigir a los compañeros como primera piedra del edificio ofensivo del equipo.