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La asignatura pendiente de Toril: los goles en contra

El preparador cordobés sigue sin encontrar el equilibrio necesario en el centro del campo

Los goles en contra son una asignatura que todavía no ha aprobado el técnico franjiverde Alberto Toril desde que se sienta en un banquillo profesional. Su estilo pone siempre la mirada en el área contraria, pero, de momento, le cuesta impedir que en la suya los rivales le hagan a sus equipos goles con facilidad.

Cuando se han disputado 13 jornadas de Liga como técnico del Elche, su portero, Juan Carlos, que ha estado bajo los palos en todos los partidos, ha sacado de su puerta 21 balones y, esta manera, no sólo es el equipo de Segunda que más veces ha visto perforada su meta, sino que también es el que más tantos ha recibido a estas alturas de campeonato durante las últimas diez temporadas del conjunto ilicitano en la categoría. Sólo ha conseguido mantener su portería a cero en una ocasión a lo largo de la presente Liga. Fue en la jornada sexta, cuando venció en el estadio de El Alcoraz al Huesca, por 0-3. Los 21 goles en contra equivalen a una media de 1,6 tantos por partido, cifra que supera incluso la de otros proyectos del equipo ilicitano que ocupaba a estas alturas posiciones de descenso a Segunda División B.

Pero esta situación, que está viviendo en el Elche, el preparador cordobés ya la tuvo en el Real Madrid Castilla, donde se estrenó como entrenador profesional, en la campaña 2012-2013 y en los catorce partidos en los que dirigió al filial blanco en Segunda División la campaña siguiente.

En 2012-2013, su equipo ocupaba a estas alturas de la competición, jornada 13, el puesto 13 y sumaba 13 puntos. Tres menos que con el Elche actual. Con 25 dianas, era el tercer equipo más realizador de la denominada entonces Liga Adelante, por detrás de Barcelona B, con 28, y Girona, que había hecho 27.

Pero, por contra, era el que más había recibido de la categoría. Mejías había encajado 12 y Jesús 15, sus dos porteros. En ninguna de esas primeras trece jornadas fue capaz de dejar la portería a cero.

El Elche, en esa temporada donde logró el ascenso a Primera con Fran Escribá, en la jornada 13, sólo había encajado ocho tantos.

En esa campaña, el Real Madrid Castilla acabó la Liga octavo, con 59 puntos, con 80 dianas a favor, el máximo realizador de Segunda, pero 62 en contra, el más vulnerable.

A la campaña siguiente, la 2013-2014, sólo duró 14 jornadas en el banco ya que fue destituido tras perder en Ipurúa por 6-0 ante el Éibar. Entonces, su equipo era último con 7 puntos y había recibido 23 dianas, 17 en la jornada 13. Pacheco recibió 14 goles y Yáñez, contando los seis del Éibar, nueve.

En una sola ocasión pudo mantener la portería a cero, fue ante el Alavés (0-0) en Valdebebas.

La pasada temporada, el Elche, pese a ser un equipo completamente nuevo, tras el descenso administrativo a Segunda División, alcanzó esta misma jornada con 19 tantos en contra, dos menos que en la actual, tras haber recibido dos goleadas contundentes ante Llagostera (4-1) y Mirandés (1-4).

Toril confía en que con el regreso de Armando al centro de la defensas se logre una mayor seguridad atrás, aunque también es cierto que el equilibrio debe producirse en el centro del campo, donde se debe ser capaz de impedir que los rivales lleguen con facilidad al área de Juan Carlos.

La lesión de Mandi rompió en su día ese equilibrio dentro del equipo, pero, desde entonces, no se ha conseguido que el Elche sea capaz de frenar el número de goles que recibe cada jornada lo que le impide estar en la parte noble de la tabla a pesar de que es capaz de llegar con claridad a las áreas contrarias. Mientras eso no se logre, el conjunto franjiverde será un equipo irregular y sin la solidez de los equipos que luchan por lograr metas mayores.

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