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Toril no se casa con nadie

El técnico franjiverde sigue confiando en el «trivote» formado por Álex Fernández, Dorca y Pelayo a pesar de que Matilla ha cumplido su sanción

Alberto Toril, ayer, en el entrenamiento junto a Luis Pérez y Lolo. Antonio amorós

Javier Matilla tendrá que esperar. El centrocampista, que se ha perdido los dos últimos encuentros por sanción, pasará de la grada al banquillo a pesar de ser uno de los jugadores más determinantes del equipo. Tendrá que aguardar inicialmente a saltar al campo. Toril no está dispuesto a variar la sala de máquinas del Elche CF en el duelo que le enfrentará mañana al Sevilla Atlético en el Sánchez Pizjuán.

Ayer, el técnico franjiverde dejó entrever que no hará cambios en su once más allá del regreso del lateral Rober, que, tras no jugar ante el Córdoba por sanción, regresará al grupo de los elegidos, en sustitución de Luis Pérez, que también lo hizo bien en el último partido de Liga.

Aunque se esperaba que Matilla fuera a regresar y se barajaba que Álex Fernández o Pelayo iban a ser los elegidos para cederle la plaza al de Talavera de la Reina, el preparador sigue a lo suyo y no se casa con nadie.

Los números mandan. Cuatro puntos en dos partidos, ante dos rivales de postín como Zaragoza y Córdoba, son la tarjeta de visita de un doble pivote formado por Dorca y Álex Fernández, apoyado por Pelayo, más adelante, que ha sido capaz de darle una variante a un estilo que ya no sólo apuesta por salir con el balón controlado desde atrás, sino que también, tiene el argumento de mandar balones largos al asturiano.

El preparador afirmaba ayer que «estoy muy contento con el equipo de las últimas semanas y hay que aprovechar la buena forma de los jugadores». Seguidamente, confesaba, en relación al centro del campo, que «tenemos buenos jugadores ahí, la competencia es grande y podrían seguir los que lo han hecho bien en las dos últimas jornadas. ¿Matilla? Nos dará calidad a la hora de las sustituciones».

El cordobés entiende que la competencia es buena y más en esa zona del campo. «El equipo va creciendo, ahora tenemos distintas variantes y cuando está Pelayo en el terreno de juego, en las segundas acciones es poderoso y nos permite jugar más en campo contrario y estar más cerca del área rival. Cuando iniciamos desde atrás, tenemos más metros y, ahí, Matilla nos da otras cosas. Iremos alternando y eso es riqueza para el equipo. De esta manera, el rival no sabe lo que vamos a proponer».

Con relación al contrincante de mañana, Alberto Toril lo definió como «un filial atípico», ya que a su juicio se comporta sobre el campo como un conjunto maduro que es capaz de parar los encuentros cuando van por delante como si se tratara de un grupo de futbolistas con muchas horas de vuelo. «Es un filial muy competitivo y agresivo», confesó el preparador franjiverde.

«Nosotros no somos un equipo de ritmo alto, de ida y vuelta, porque tenemos jugadores veteranos que sufren. Si hacemos un juego controlado tendremos más posibilidades de hacerles daño», argumentó Toril, quien también apuntó la necesidad de «cerrar los pasillos interiores» a los mediapuntas sevillistas. «Ellos quieren que haya espacios y nosotros todo lo contrario», dijo el preparador andaluz. Seguidamente, agradeció disputar el partido en el Sánchez Pizjuán, «un campo en perfecto estado», e insistió en la idea que la clave del partido estará en el ritmo de juego. «Tenemos que saber controlarlo e impedir que tengan ellos el balón. Sin él sufren mucho y hay que aprovecharlo».

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