Javier Espinosa González (Talavera de la Reina, Toledo, 19-09-1992) se ha convertido en un hombre importante dentro del Elche. Con el balón en sus pies siempre existe el convecimiento, tanto entre sus compañeros como en la afición que sigue el partido en los estadios, que algo puede pasar. De su chistera repentinamente puede sacar algún truco de magia con el que provocar el suspiro de admiración en la grada.
Bien partiendo desde el centro del campo, como desde la banda, pegado a la línea de cal, el futbolista manchego tiene la misión de desequilibrar a los rivales. Con el paso de los partidos y, a medida que avanza la competición, esa tarea la está haciendo a la perfección, aunque el propio Espinosa le pone un pero al reconocer que «necesito marcar un gol para seguir aumentando mi confianza. Espero que el sábado tengo una oportunidad y la pueda meter para adentro. Todo suma».
Ha tenido varias ocasiones de batir a metas contrarios, después de sus espectaculares eslalones dibujados sobre el césped, pero le ha faltado la culminación. El sábado, ante el Alavés, en el Martínez Valero, tratará de dar un nuevo paso en su idea de rematar una de esas jugadas individuales en las que va dejando atrás rivales como si fueran conos de entrenamiento. El jugador talaverano reconoce que «tengo libertad de movimientos para poder leer el partido y estar en cada momento donde el equipo me necesita. Cuando estoy en la banda, el entrenador siempre me deja libertad para meter hacia adentro, así que siempre juego por el centro. Me gusta tener el balón y repito, me falta el gol».
Espinosa va adquiriendo su mejor nivel posible, consciente de que el Elche suspira con sus genialidades y que, a título personal, necesita una buena campaña para demostrar que puede llegar a ser el futbolista del que todo el mundo habló maravillas cuando llegó a La Masía. «Sí que estoy cómodo y soy feliz aquí, pero tengo que seguir creciendo como persona y jugador y lo demás lo dirá el tiempo. Vine aquí porque Rubén Baraja y Ramón Planes me convencieron y fueron importantes para mi llegada al Elche. Por eso, trato de dar lo mejor de mí mismo», afirma el jugador.
Dar un salto
Entiende Javier Espinosa que el partido de mañana sábado ante el Alavés (Martínez Valero, 20.15 horas) es «importante para determinar dónde queremos estar y a dónde queremos mirar».
El mediapunta franjiverde reconoce que «el entrenador nos ha transmitido que puede ser un salto de calidad para nosotros, de ganar nos colocaríamos en una buena posición en la tabla y todo el grupo está con muchas ganas de que llegue el sábado».
El jugador manchego es optimista y afirma que «el equipo está en un buen momento de forma, tanto física, como mentalmente, preparado para lo que venga. Llevamos una racha de partidos con buenas sensaciones y se ha recuperado la identidad de principio de campaña. Con nuestra filosofía, jugando al balón, vamos a afrontar el duelo».
Entiende que el conjunto babazorro lo va a poner difícil, dada la intensidad que muestran en los partidos.«En Segunda la mayoría de los rivales son iguales, pero también es cierto que el Alavés tiene ese punto de agresividad que le caracteriza, prueba de ello es que en cada jornada se queda con un jugador menos. El partido va a ser bonito y si queremos ganar debemos igualar como mínimo su intensidad», concluye el jugador franjiverde.
El Elche entrenó ayer a puerta cerrada y mientras Álex Moreno parece estar recuperado de su esguince de tobillo, el lateral Cifu continúa con molestias en el psoas, que le impidieron jugar el pasado sábado en Lugo.
