Rubén Baraja, técnico del Elche, reconoce que su equipo llega «cansado» al partido de mañana ante el Nàstic en el estadio Martínez Valero (18 horas). El duelo copero en Almería disputado el miércoles en el Juegos del Mediterráno, con prórroga incluida, ha dejado cansancio en las piernas de los jugadores, aunque a nivel anímico «salimos reforzados, más allá del resultado». Entiende el preparador franjiverde que «si competimos como el miércoles estaremos más cerca de conseguir victorias». En dicho duelo no existieron lesionados y ahora toca centrarse en la Liga después de comprobar que «contamos con jugadores que pueden aportar mucho al equipo». A su juicio, pese a que el grupo no ha hecho una pretemporada al uso, «el trabajo está calando, estamos empezando a entender cosas, aunque más allá de las buenas sensaciones lo que quiero es ganar de tres en tres. Es la mejor manera de reforzar todo».

El duelo ante el Nàstic, que también llevó su eliminatoria copera a la prórroga, lo califica de «difícil» ya que entiende que el equipo catalán «es muy rocoso». Destaca su poder defensivo, sobre todo en campos con dimensiones amplias como las del Martínez Valero, y resalta su «capacidad de sufrimiento». Entiende que «con el paso de los minutos, tras esperar su oportunidad, se convierten en un conjunto peligroso, que domina muy bien las jugadas a balón parado». No duda en que «va a ser difícil» sacar el duelo adelante, aunque es consciente de que los tres puntos «son importantísimos» para situarse en la parte alta de la tabla. Explica que la estabilidad se consigue sumado victoria en casa y en este sentido «ganar al Nàstic nos permitiría seguir creciendo y mejorando después de cuatro partidos de Liga. De esta forma, creeríamos más en lo que estamos haciendo y seríamos más conscientes de nuestro potencial».

Baraja evitó dar pistas sobre su sistema a emplear, el 4-2-3-1 ó el 4-4-2, y dejó claro que «depende de las circunstancias del partido y del posicionamiento del rival nosotros tenemos que tener alternancia y versatilidad con el cambio de jugadores y sistemas. No podemos ser un equipo plano. En ambos planteamientos estamos cómodos».

El preparador castellano hace un llamamiento a la afición y espera que como sucedió ante el Bilbao Athletic, en el primer partido de Liga en casa, «siga vibrando con nosotros». Reconoce que «nosotros somos los que tenemos que enganchar a la gente para que venga al Martínez Valero. Es fundamental sentirnos arropados en casa».