La campaña de venta de abonos del Elche, club que se encuentra en una grave crisis institucional tras su descenso administrativo, continúa estancada cuando apenas restan tres semanas para el inicio de la nueva temporada.

El club ilicitano sólo ha logrado vender 1.600 abonos a pesar de que la campaña, en su primera fase, comenzó el pasado 8 de junio cuando la entidad aún tenía serias esperanzas de lograr evitar el descenso administrativo a Segunda División.

Ni siquiera el segundo impulso a la campaña dado hace quince días por el consejo, que rebajó a la mitad los precios de todas las localidades y compensó con diversas ventajas a los que ya habían retirado su abono, ha logrado despertar a los seguidores ilicitanos, decepcionados por la situación global de la entidad.

Desde el consejo del Elche se intentó estimular a los seguidores destacando la importancia de la venta del abono como fuente de ingresos para hacer frente a los pagos de la entidad, pero la afición no ha atendido a la llamada.

El Elche contó la pasada temporada con 25.500 abonados en Primera División y a estas alturas de la pretemporada ya sumaba casi 20.000.

Desde el club ilicitano se apunta como causas de la pobre reacción de la afición la incertidumbre que rodea al Elche, que ni siquiera tiene garantizada su presencia en Segunda si no paga la deuda con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), y el desmantelamiento progresivo del proyecto deportivo.

Fuentes del consejo han asegurado a EFE que confían en una reacción de la afición una vez el club asegure su presencia en Segunda y aleje el fantasma de un nuevo descenso, aunque aún así admiten que es poco probable que el Elche pueda superar los 8.000 abonados.