Diego García, expresidente de Ateco, reconoció ayer que la sociedad a la que representa, Helike Football Managament SL, ha solicitado una opción preferencial para la compra de 2.000.000 en acciones, por valor de 6,4 millones, en la segunda fase de la ampliación de capital.

De esta forma, tanto esta empresa, como el expresidente José Sepulcre, han sido los únicos accionistas que han solicitado esta opción. No obstante, García quiere aclarar que «no somos ninguna alternativa de poder. Lo único que deseamos es ayudar al consejo y a su actual presidente, Juan Anguix, para intentar salvar al Elche. Helike, que está formado por empresarios ilicitanos y no hay ningún capital de fuera, no quiere las acciones para unirse a ningún otro grupo. Sólo hemos ejercido nuestro derecho, en función de las acciones que teníamos».

El abogado, que dice que es un mero representante de la empresa y que ni siquiera es socio, admite haber comprado cerca de 16.000 euros en la primera fase de la ampliación de capital y han solicitado la reserva un paquete importante de títulos. «Cuando suscribimos las acciones, no sabíamos cuantos accionistas iban a entrar. Los socios pensaron que cuanto más fuesen mejor y que si el 80% hubiera solicitado un millón, en función de ello se repartirían. Al final, sólo hemos sido dos», y agregó que «pensamos que la mejor manera que teníamos de ayudar al Elche era acudir a la ampliación de capital y así lo hemos hecho».

Diego García insiste en que su sociedad «no tiene nada que ver con Sepulcre, ni queremos pujar por hacernos con el club. Queremos apoyar al presidente a su consejo de administración. Ahora que ya se tiene el certificado de la AEAT, confiamos en la imparcialidad de Hacienda y que el Elche se quede en Primera. Nosotros estamos a disposición del consejo y de su presidente. El Elche necesita dinero y la única forma que tiene el accionariado de ayudar es comprar títulos».Por último aseguró que «desde nuestra sociedad estamos dispuestos a aportar más dinero y apoyar al club y así lo hemos hecho de forma clara».