José Sepulcre y Antonio Rocamora trabajan contrarreloj para intentar disponer, antes de final de año, de, al menos, 10 millones de euros del préstamo que viene gestionando con un fondo de inversión desde hace varios meses.

A pesar de que ayer era festivo en Elche, el presidente y el secretario general estuvieron prácticamente todo el día en las oficinas del estadio Martínez Valero ultimando todos los detalles y confirmando las diferentes cláusulas de un crédito que es imprescindible para la viabilidad económica de la entidad franjiverde, por lo menos, a corto plazo.

El tiempo apremia y Sepulcre y Rocamora lo saben. Por ello, ayer por la tarde se reunieron con Sergio Maniviesa, el abogado del bufete de Murcia, que está ejerciendo como intermediario para conseguir el dinero. Maniviesa ya estuvo presente en la pasada Junta General de Accionistas, a petición de los propios directivos del Elche, para explicar como se encontraban las negociaciones.

En aquella ocasión señaló que se necesitaban 60 días para que el Banco Central Europeo diera el visto bueno a la llega del dinero a la entidad franjiverde. Ya han pasado 45 días desde que el presidente anunció el préstamo y ahora se pretende recibir un adelanto de diez millones a través de un fondo de inversión diferente.

En un principio se esperaba haber dejado cerrado todo ayer. Incluso se buscó un notario que abriese por la tarde en Alicante, porque en Elche era fiesta. Pero no se pudieron solucionar los flecos que quedaban y los dirigentes del club ilicitano confían en que esta mañana se quede todo firmado y que mañana 31 diciembre poder disponer del dinero.

Y es que el margen es muy corto porque el Elche tiene que cumplir con los pagos previstos antes de final de año para que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) le lvante el veto para poder dar de alta a jugadores.

El principal inconveniente que hay que salvar son los cuatro millones que hay que abonar a Hacienda y a la Seguridad Social. La entidad tenía que pagar algo más de 11 millones en dos plazos. En verano se procedió al abono del primero y, para ello, se tuvo que sacar un préstamo de seis millones, que el club ilicitano avaló con los ingresos de los derechos televisivos que debe recibir de enero a junio.

En aquella ocasión, el pago permitió que la LFP le concediera el permiso para tramitar licencias. Pero, ahora, si no se cumple con el segundo plazo no se podrá dar de alta ni a Mudingayi ni a los posibles fichajes que puedan venir para reforzar la plantilla, a pesar de que el Elche dispone de 600.000 euros del límite presupuestario que le permite la Patronal.

La hoja de ruta está marcada. Primero cerrar hoy el adelanto de diez millones. Con ese dinero se pagaría el plazo de cuatro millones con Hacienda y la Seguridad Social y el resto iría destinado para pagar las nóminas de junio, noviembre y diciembre de la primera plantilla y los salarios de la mitad de noviembre y de diciembre que se le adeudan a los trabajadores y a los jugadores del filial.

Si son capaces de cumplir con esos pagos, el siguiente paso de los directivos del Elche es intentar convencer a la plantilla y al cuerpo técnico para aplazar hasta finales de enero o principios de febrero el abono de los cerca de 2,5 millones de la prima de permanencia, que vence hoy 30 de diciembre. La temporada pasada hubo una negociación similar con el premio por el ascenso y, al final, los futbolistas accedieron.

De esa forma y a la espera del resto de los 10,5 millones del préstamos, el club podría disponer de un par de millones para reforzar la plantilla.