Según parece, Felipe Miñambres no se ha gastado un solo euro en contratar a 101 fichajes durante las ocho temporadas que lleva como director deportivo del Rayo. Habría que revisar la letra pequeña, porque Leo Baptistao fue traspasado al Atleti por siete millones y ha vuelto cedido junto a Insúa. Es de suponer que algo de contraprestación habrá habido. De todas maneras, merece ser elogiada la política del conjunto vallecano. El pico más alto de contrataciones se ha originado este verano con la llegada de 17 futbolistas, 19 si añadimos a Aguirre y a Mojica (cedidos a Leganés y Valladolid). Doble mérito si se tiene en cuenta que ha conseguido no superar el límite salarial impuesto por la LFP de 12 millones. Más que milagroso suena a trabajo concienzudo. La revolución en la plantilla ha sido tan notable que del grupo de la 2013-14 sólo quedan Cobeño, Tito, Zé Castro, Nacho, Baena, Trashorras, Lass y Bueno. De esos ocho, sólo tres son titulares fijos: Zé Castro (líder en defensa), Trashorras (manija en el medio) y Bueno (pichichi con 2 goles). «Han firmado muy bien. Es una plantilla completa: tiene velocidad y calidad», remarcó ayer Fran Escribá. Quizá Abdoulaye Ba sea el que más genera dudas. Sus fallos dieron alas a Atleti y Dépor, sobre todo, la pasada jornada en Riazor, donde regaló el primer tanto a los coruñeses con una mala cesión y el segundo en el 94´ después de un absurdo penalti. Escoció y mucho la manera en que se perdieron dos puntos. Veremos si Paco Jémez toma medidas para lograr la primera victoria. Hay motivos para sonreír con los atacantes. Bueno, Kakuta y, especialmente, Aquino pueden generar una acción efectiva a la par que bella en cualquier instante. Ellos y Toño sueñan con que «vuelva a darse un 3-0».