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Lombán salva un punto

El central asturiano logra el empate para el Elche en el tiempo añadido al aprovechar un golpe franco

Lombán obró el milagro. La fe de este Elche permitió rescatar un punto cuando ya todo el mundo daba por perdido el encuentro ante un rival «maldito» como el Granada, con el que la pasada campaña se perdieron los seis puntos en litigio, después de que en el play off de ascenso de 2011 los nazarís lograran el salto a Primera División en el coliseo franjiverde.

Edu Albacar sacó la falta desde más de 40 metros con tal precisión que Lombán, en el segundo palo, que ganó la espaldas a Foulquier, solo tuvo que enviar el balón al fondo de la red. Fue el premio al tensón y entrega de un equipo que mereció mucho más en la primera parte, pero que físicamente fue hundiéndose en la segunda hasta que Fran Rico, en el 81, lograba adelantar a los suyos, tras una buena jugada de su compañero Success.

«Queremos que el Martínez Valero sea un fortín. Queríamos los tres puntos, pero uno nos sabe bien», comentó el central avilesino al final del encuentro. Lo cierto es que el coliseo franjiverde no conoce la derrota en 2014. Desde diciembre del pasado año, en que el Elche cayó frente al Málaga (0-1), no sabe lo que es perder delante de su afición. Desde entonces, ha disputado once encuentros de Liga, diez de la pasada campaña, además de los amistosos de pretemporada ante Villarreal y Raja de Casablanca. Balance en la Liga regular, seis victorias y cinco empate. Toda una declaración de principios para este nuevo ejercicio.

Dos claras ocasiones de Rodrigues y Enzo Roco, en los minutos 26 y 42, pudieron decantar la balanza del lado franjiverde en la primera mitad. La dos muy claras. En la primera, el caboverdiano se fue de tres defensas rivales como un cohete, pero a la hora de batir a Roberto se le hizo de noche ciego; y en la segunda, Roco se encontró con un esférico dentro del área, se revolvió rápido, pero con su pierna izquierda hizo lo más difícil, lanzarlo fuera.

El Elche fue un equipo agresivo, que luchó cada balón como si fuera el último, realizando una presión asfixiante que anulaba el centro del campo del Granada. Los ilicitanos fueron fieles a su estilo con un doble pivote formado por un inconmensurable Adrián y por Mosquera, con Pasalic realizando funciones de enlace. Entre líneas, Rodrigues desequilibraba tanto por banda derecha, cada vez que encaraba a Sissoko, o por el centro, cuando encontraba huecos.

Sólo falto el gol para que los franjiverdes tuvieran el premio ante un Granada «made in Caparrós», al que no le gusta llevar el control del partido y sólo espera su ocasión para dar el picotazo. Y el conjunto nazarí las tuvo en las botas de Success y El-Arabi. En la primera, el balón se fue la grada y, en la segunda, Roco, lo sacó desde la misma línea de gol.

Tras el descanso, salió mejor el Granada. Los andaluces estuvieron mucho más metidos en el partido y pronto se hicieron dueño de las sala de máquinas. Los de Caparrós provocaron un auténtico cortacircuitos en esa zona del campo y Pasalic desapareció. El croata no fue capaz de enlazar con la línea delantera, mientras Rodrigues iba perdiendo velocidad con el paso de los minutos debido al cansancio. Escribá estuvo atento y puso en el campo a Víctor por Pasalic. El extremo catalán logró frenar al Granada con sus acometidas por su banda y le metió por momentos el miedo en el cuerpo. De todas formas, al equipo de Caparrós le anularon dos goles, a todas luces de forma justa, y, a la tercera, Fran Rico llegó el balón al fondo de la red. Era el minuto 81 y todo apuntaba que aquello estaba acabado. Pero el Elche es un equipo que no baja nunca la guardia nunca, que con sus virtudes y defectos siempre da todo lo que lleva dentro hasta el último segundo. Precisamente, cuando ya el partido tocaba a su fin y Caparrón se frotaba las manos apareció Lombán par empatar. Se hizo justicia con el reparto de puntos.

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