Javier Carpio acaba contrato con el Elche y no tendrá la oportunidad de continuar en la entidad porque no se le ha hecho ninguna oferta de renovación a pesar de que hace unos meses se le comentó que contaban con él para la próxima campaña. Durante la temporada 2010-2011, tras llegar procedente del Alcoyano, jugó 39 partidos y fue el futbolista de la plantilla que más minutos disfrutó la camiseta franjiverde, 3.243. Y en la que ha terminado ahora ha intervenido en 21 encuentros y sumado 1.595. "Pensaba que me iban a ofrecer la renovación porque tiempo atrás así me lo aseguraron. Pero al final el tema deportivo se complicó a nivel de grupo y el club se echó para atrás. Me dijeron que me querían renovar, pero ahora me han dicho que como hubo una oferta económica lo anterior no vale para nada", relata.

El lateral derecho salmantino reconoce que "el equipo no ha estado bien en la segunda parte de la competición, pero yo soy el único jugador de la plantilla al que no le han hecho la oferta de renovación a pesar de que en su día el presidente prometió la continuidad a todos los lo que terminamos contrato el 30 de junio". El futbolista no esconde que "me siento decepcionado porque no han cumplido su palabra conmigo", aunque reconoce que "ellos son los que deciden y tienen la sartén por el mango".

El futbolista tiene claro que "a mí nadie me puede decir que no lo he dado todo en el campo y si he tenido que jugar con molestias o en una posición diferente a la habitual lo he hecho por el bien del equipo. No me arrepiento de ello porque soy así y este deporte por encima de lo individual está lo colectivo".

También le ha dejado un mal sabor de boca el hecho de que un sector de la afición se metiera con él en los últimos partidos de Liga e incluso en algún entrenamiento. Admite que "el público paga y puede decir lo que quiera", pero desea dejar claro que "he sentido desde la grada un runrún que partió de una mentira. Alguien dijo que yo había hecho un corte de manga, eso no es cierto y el que lo diga que me lo demuestre con imágenes, pero ha ido de boca en boca y a mí me ha tocado pagar los platos rotos. Yo creo que en este tema no se ha sido justo conmigo. Parece que Ángel, Perico y yo hemos sido los culpables de todo lo sucedido en los últimos meses cuando lo hemos dado todo en el campo independientemente de que nos hayan salido las cosas bien o mal en el campo".

Javier Carpio tampoco se explica el hundimiento que sufrió el equipo a partir de Navidad. "Nadie acierta a comprender el bajón del equipo. Pienso que nadie ha bajado los brazos porque a todos nos interesaba estar arriba. En su día existió un bajón físico y a partir de ahí se fue complicando todo a medida de que no éramos capaces de ganar los partidos. Lo del cambio de entrenador tampoco fue el revulsivo que buscaban, aunque no era un tema de técnico. Somos los jugadores los que debimos sacar esto adelante. Se sumaron un cúmulo de circunstancias".