El nuevo técnico del FC Barcelona Tito Vilanova jugó en el Elche durante dos temporadas y en ese período de tiempo vivió en Melilla el último ascenso que ha disfrutado el equipo. Fichó por el club franjiverde en 1998, que por entonces militaba en Segunda División B. Llegó del Lleida, donde jugó 21 partidos a las órdenes del ilicitano Juande Ramos.

Tolo Plaza fue su primer entrenador en el equipo franjiverde y esa campaña logró el ascenso a Segunda División en Melilla con un gol de Claudio. En aquel partido fue titular con el número 4 y jugó junto a Lafuente, Alejo, Carmelo, Axier, Juanjo, Armentano, Dani Borreguero, Izquierdo, Bidaurrázaga y el citado Claudio. Intervino en 39 partidos en aquella campaña y fue clave en el ascenso.

Al año siguiente, en la categoría de plata, jugo menos partidos debido a una lesión, pero terminó siendo titular. Tolo Plaza siguió siendo su entrenador y tras su destitución estuvo dirigido por Jorge D`Alessandro, que ya había sido su técnico anteriormente en el Figueres.

Como futbolista no llegó a tener la calidad de Pep Guardiola, pero sí manejaba conceptos muy parecidos a él: Buena visitón de juego, mucho apoyo a dos o tres toques y buen golpeo de balón. Marcó bastantes goles en la ejecución de faltas.

Una parte de la afición ilicitana no le perdonó que fuera excesivamente lento y en un período de malos resultados del equipo le pitaba desde las gradas. "Lo paso muy mal al principio, porque todo el mundo recordaba a Jaume y él era su sustituto en el centro del campo, pero supo darle la vuelta a la situación y demostró que era un buen jugador. Nunca se escondió y lo recuerdo como un gran profesional", comentaba ayer Albis, que fue el secretario técnico del Elche que lo fichó y que luego trabajó a su lado como segundo de Tolo Plaza. Albis confiesa que "luego he seguido hablando con él y siempre ha sido muy amable y humilde. Espero que le vaya bien al frente del un Miura con el FC Barcelona".

El que fuera su compañero en el equipo franjiverde, Raúl Ivars, recuerda que "era un futbolista con mucha calidad y con un golpeo fantástico. Era muy reservado, pero una gran persona. La pasada temporada, cuando vino el Barcelona a Alicante para medirse al Hércules, estuve con él en el hotel y seguía siendo el Vilanova que conocía, humilde y muy simpático. Se portó muy bien conmigo".

Vilanova vivió en Elche en el barrio de Altabix, más concretamente en la calle Alginet, en el mismo bloque que su compañero Pepelu. Le acompañaba su mujer Monse y sus hijos Adrián y Carla. Su mejor amigo en el equipo franjiverde era el meta vasco Iñaki Lafuente.

Solía acudir con asiduidad al Elche Squash Club con su esposa y llevaba a sus hijos al colegio de forma habitual.