El Elche dejó claro en Vigo que va en serio. El encuentro de ayer ante el Celta era el primer partido comprometido de la temporada ante un rival de entidad y los franjiverde demostraron que saben lo que quieren y que no se arrugan ante nadie. El conjunto ilicitano puso la presión, quiso el balón y sólo le faltó matar el encuentro antes en el tiempo y no esperar hasta el minuto 87. En suma superó una reválida por si existían dudas del equipo después de los triunfos ante Girona o Murcia, que caminan por la parte baja de la clasificación. Además, el triunfo sirvió para recuperar el liderato de la clasificación.

Ángel adelantó a los franjiverde en el minuto 16 y el Celta en una contra, ver para creer en un equipo como el gallego que debe luchar por dominar el partido y encima jugaba en casa, empató David Rodríguez, en el 27.

Pero tal fue el descaro y la osadía de los hombres de Bordalás, que al final encontraron su premio con una diana de Pelegrín, a la salida de un córner.

Tres victorias de tres partidos de Liga, más el triunfo en la Copa en Huelva ante el Recreativo. Esto ya no es una casualidad. Además, el Elche tuvo ayer delante a un rival que también había ganado sus dos primeros encuentros de Liga, además de la eliminatoria copera.

La primera parte fue de color franjiverde y con un poco más de puntería, el conjunto de Bordalás hubiera sentenciado el duelo antes del descanso. Se adelantó en el marcador gracias a un tanto de Ángel, en el minuto 16, pero en la jugada anterior Nicki Bille falló un gol de vídeos de Primera. Con toda la portería para él hizo lo más difícil: mandar el balón al poste.

Pero en una contra bien llevada por Iago Aspas, David Rodríguez igualó la contienda. Una casualidad si nos atenemos al juego y a los merecimientos de uno y otro conjunto.

Tras el descanso, el Elche volvió a ser el dominador del encuentro, le anularon un gol a Pelegrín, pero a tres minutos del final el central franjiverde sentenció y anotó el tercero de su cuenta particular.

Los ilicitanos volvieron a demostrar que están en la dinámica de la temporada anterior y desde el pitido inicial salieron a por el Celta sin ningún tipo de miramientos, presionando al rival en su campo y volcándose sobre el área de Yoel. Una postura valiente que sorprendió a Paco Herrera que confiaba en que el equipo Bordalás comenzara más temeroso y a verlas venir.

Los franjiverde sabían de la debilidad de la defensa celtiña y apretaron con la intención de sacarle los colores, sabiendo que si en el centro del campo dejaban manejar el balón a De Lucas podían pasar muchos problemas dado la calidad y el potencial de los mediapuntas locales.

Como estaba previsto Rúper debutó como titular ocupando el puesto del sancionado Mantecón y el jugador navarro dio la impresión de que llevaba toda su vida jugando en este equipo. El último fichaje ofreció desparpajo y la misma intensidad y presión que el resto de sus compañeros, lo que demuestra que conoce ya la fórmula de Bordalás y de un equipo que se maneja como pez en el agua en Segunda División.

Enfado en la afición local

Tan sólo faltó precisión en los últimos metros para noquear antes del descanso a un Celta perdido con el que su afición se desesperó muy pronto.

El gol de Ángel pareció poner todo a favor de los franjiverde, pero en una contra todo se vino abajo. La valentía en este caso pasó factura porque la jugada pilló al equipo muy adelantado y el desajuste defensivo propició la igualada local.

Sin embargo este golpe no aturdió a los ilicitanos que siguieron buscando el área rival sin temor a que le volviera a ocurrir otro accidente.

Tras el descanso, el partido siguió por los mismos derroteros, aunque con la salida de Borja Oubiña el Celta pareció querer pasar de dominado a controlar el encuentro, algo que se presumía lógico jugando en Balaídos.

Pero el ímpetu gallego apenas duró unos minutos porque el Elche tenía claro que jugando como lo había hecho en los primeros 45 podía llevarse los tres puntos. Los franjiverde fueron, poco a poco, decantando el encuentro de nuevo a su lado. Pelegrín marcó un gol en una jugada de estrategia que le fue anulado por fuera de juego. Pero a siete minutos del final, de nuevo el central franjiverde conectó un precioso cabezazo dibujando una parábola perfecta que llevó el balón hasta el fondo de la portería de Yoel. Era el justo premio a la mayor ambición franjiverde.

Con el 1-2 y poco tiempo para finalizar el encuentro, el conjunto de Bordalás no dejó que se jugase, ni espacio a la sorpresa. Fue el duro y definitivo golpe para el conjunto celeste que bajó los brazos definitivamente y encontró la repulsa de su afición, que no está contenta con el juego de los suyos a pesar de que había ganado los tres primeros partidos de la temporada.

En la sala de Prensa, los jugadores del conjunto gallego no pararon de elogiar el juego del Elche, lo que demuestra que con el paso del tiempo, este equipo comienza a ser temido por el resto de contrincantes y todo el mundo lo señala como favorito para luchar de nuevo por el ascenso a Primera.

La campaña pasada, el conjunto de Bordalás iba de tapado y podía considerarse como una sorpresa, pero en esta ocasión las cartas están marcadas desde un principio y más como se ha comenzado la temporada. Además, cuenta con un equipo base y los que han llegado se han puesto de forma rápida al mismo nivel. Hay están los casos de Luque, Rúper y Nicki Bille, que ayer fueron titulares, además del portero Juan Carlos. Sin olvidar a Perico y a Luismi Loro, que salieron en la segunda parte y dieron el último empujón para conseguir todo el botín de Balaídos y recuperar el liderato. Su frescura en los últimos minutos la notó la escuadra franjiverde. El canterano Javi Paños también tuvo su momento de gloria debutando en la presente Liga y jugando los últimos minutos.

No obstante, el camino es muy largo y la plantilla y el cuerpo técnico sigue apelando a la humildad y al trabajo para continuar en la misma línea.