El Elche conoció ayer en Huelva la primera derrota de la temporada. Un gol de Alex Quillo nada más comenzar la segunda parte fue demasiado castigo para un conjunto franjiverde que aunque no se mostró tan fino como en otros envites tuvo como enemigo número uno al colegiado canario Alejandro Hernández Hernández. El lanzaroteño ayudó poco y se mostró excesivamente casero en sus actuaciones.

Cuando se pierde no conviene poner la mirada sólo en el señor de negro, es preferible analizar los errores propios para no volver a cometerlos, pero en esta ocasión las decisiones del canario resultaron determinantes. Anuló un gol legal a Pelegrín, en el minuto 1, al interpretar que Nicki Bille hizo una falta previa; fue muy riguroso en las expulsiones de Rúper y Mantecón; no quiso ver un agarrón a Xumetra dentro del área andaluza y pasó por alto una entrada muy dura de Manolo Martínez sobre Palanca. Todo ello y la poca claridad franjiverde arriba llevaron al Elche a hincar la rodilla, aunque esta derrota no le impide dormir como líder a la espera de los partidos que se jugaran hoy en la Liga Adelante.

La primera parte resultó táctica y sin muchas florituras futbolísticas. El Elche trató de plasmar sus virtudes sobre el césped del Nuevo Colombino, pero enfrente tuvo a un equipo que conocía sus virtudes y trató de achicar espacios, esperar en su campo y agarrarse al contragolpe como medio de supervivencia. El duelo caminó por derroteros nada bonitos para el espectador que llegó a aplaudir a los suyos cuando en una ocasión, sólo en una oportunidad, fueron capaces de hacer tres pases seguidos. Toda una hazaña.

Bordalás salió con el habitual 4-4-2 de la Liga con Nicki Bille y Ángel como hombres más adelantados. Como estaba previsto Etxeita y Mantecón fueron las dos novedades en el once en relación al que alineó en Vigo en la última jornada de la Liga Adelante.

Los ilicitanos salieron sin complejos y con el equipo dispuesto a llevar el control del partido. La presión arriba provocó que se recuperaran infinidad de balones en el arranque del partido. Faltó precisión en los últimos metros para conseguir el premio deseado. En el minuto 11 se le anuló un gol a Pelegrín, por una falta previa, a juicio del árbitro, de Nicki Bille. Y en el 13, Xumetra remataba de cabeza un balón dentro del área, pero Ángel no llegaba por muy poco a él para batir a Manu.

A medida que la sombra, la tarde fue muy soleada, fue cubriendo el rectángulo de juego ambos equipos entraron en una especie de trance donde el balón iba de un sitio para otro maltratado por los protagonistas. Parecía como si hubiera llegado la hora de la siesta.

El Elche no pareció salir de sopor con el que se fue al descanso y en los primeros compases de la reanudación todo se le puso en contra. Palanca se quedó en el vestuario lesionado y en medio de la confusión del cambio de Perico por Jorge Luque, que dejó el campo por un problema muscular, llegó, a la salida de un córner, la diana recreativista. Aitor sacó un córner, la defensa ilicitana no estuvo certera en el despeje y Alex Quillo, completamente solo dentro del área pequeña, remató dentro el balón y subió el primer gol del partido al electrónico.

El Elche no se vino abajo y Ángel tuvo tres oportunidades de empatar, pero el tinerfeño no estuvo acertado en el área rival. En medio del resurgir franjiverde Rúper vio dos cartulinas amarillas en dos minutos, absurdas y rigurosas, y dejó a su equipo con diez jugadores sobre el campo.

Perico sacó a relucir su calidad, Pelegrín pasó a jugar en punta como Alesanko en la época de Johan Cruyff, pero el balón se negó a entrar. En el 86, el citado Perico tuvo dentro del área el gol del empate pero su disparo lo atajó en última instancia Manu. Para colmo de males, en el 88, Mantecón dejó al Elche con nueve futbolistas y aunque la tarea era casi imposible los pupilos de José Bordalás murieron en el área del meta recreativista. Los jugadores se dejaron la piel, pero en esta categoría los partidos se deciden en pequeños detalles y el Elche tuvo ayer varios en contra que desequilibraron la contienda del lado del equipo andaluz. Equipo que chocó al final con Juan Carlos en dos contras con peligro.