El Elche ha tenido la virtud, después de muchas campañas sin hacerlo, de apostar por dar continuidad al bloque que la pasada campaña estuvo muy cerca de lograr el ascenso a la máxima categoría y los comienzos están siendo muy esperanzadores.

En los dos partidos que se llevan de competición, Bordalás ha podido repetir el mismo once inicial, circunstancia poco habitual, ya que la pasada campaña varió mucho los equipos titulares.

Además, han jugado inicialmente ocho jugadores del anterior ejercicio y sólo el meta Juan Carlos, el centrocampista Jorge Luque y el punta Nicki Bille, que han llegado como refuerzos este verano, han sido titulares. Eso demuestra que se confía en la base de la pasada campaña y, mientras tanto eso ocurra, el resto deberá trabajar duro para ganarse un puesto entre los elegidos.

Se han sumado seis puntos en dos partidos y se mantiene un nivel alto de intensidad semejante al de la temporada pasada. Bordalás lo tiene claro y no duda en repetir que su equipo necesita "intensidad y ritmo", además de trabajar "a cien por cien" durante los 90 minutos de juego para ganar los partidos".

A su juicio, sin el Elche pierde sus señas de identidad, que no son otras que la brega y la presión durante los encuentros, "baja muchos enteros", ya que hay otros equipos que tienen mucha calidad. Además, el hecho de ir arriba en la tabla no deslumbra ni al técnico, ni mucho menos a la plantilla. "Esto es muy largo. Quedan 40 partidos y pueden pasar muchas cosas. Un mal resultado le llega al mejor equipo en cualquier momento, porque así es la Segunda División. Llevamos dos jornadas, seis puntos y estamos contentos, pero nada más", recordó. No hay que olvidar que la pasada campaña se comenzó ganando a Recre y Cartagena y luego se tuvo un bache del que costó salir varios encuentros.