Aunque se mostró contento por los tres puntos obtenidos, el técnico del Elche, José Bordalás, reconoció al final del partido que su equipo acusó "la ansiedad que provoca el primer encuentro de Liga en casa". Como consecuencia, el entrenador franjiverde destacó que el fútbol exhibido por el conjunto que dirige "estuvo falto de fluidez y con muchas imprecisiones".

Bordalás también apuntó como origen de la escasez de juego combinativo a la intención del cuadro rival en parar el partido: "En la primera parte no se ha jugado prácticamente nada. El Murcia no quería ritmo de juego porque saben que en ese tipo de partidos somos superiores", declaró.

Además, el técnico franjiverde agregó que existió "mucha distancia entre el centro del campo y los delanteros", hecho que motivó la entrada al terreno de juego de Kike Mateo en el segundo acto, que ocupó la demarcación de enganche, en sustitución de Nicki Bille, y propició una variante táctica.

Sin embargo, el preparador del Elche admitió que sus futbolistas no perdieron "la seña de identidad" que caracteriza a su equipo, basada en la intensidad, y que, sobre todo, creyeron en conseguir el triunfo "ante un rival muy bien ordenado e intenso".

Por otro lado, la alegría que produce en la entidad ilicitana el pleno de partidos ganados en Liga será efímera: "No hay tiempo para saborear la victoria porque tenemos encuentro de Copa del Rey y se trata de una competición importante para el club y para la afición", manifestó Bordalás.

El compromiso copero, que medirá el próximo miércoles al Elche con el Recreativo de Huelva, en el Nuevo Colombino, se lo perderá el mediocentro Mantecón, que fue expulsado tras enzarzarse con un rival al término del choque de ayer, en lo que para su entrenador fue "el lunar del partido".

En cuanto al árbitro, José Bordalás aseguró que, a su modo de ver, las decisiones del colegiado Pino Zamorano "no han influido en el marcador", pese a que hubo varios momentos en los que pudo decretar alguna pena máxima para cualquiera de los dos bandos.

Indignación visitante

Por su parte, el entrenador del Real Murcia, Iñaki Alonso, cargó en contra de la actuación arbitral y culpó al trencilla de un resultado final que, a su juicio, fue "tremendamente injusto porque ha habido dos penaltis de libro que no nos ha pitado", comentó.

Respecto al juego de su equipo, el técnico vasco del Murcia afirmó que su equipo estuvo "metido en el partido en todo momento y podíamos haber ganado porque hemos estado a la altura y, parte del tiempo, hemos superado a un conjunto como el Elche, que es muy competitivo y que este año subirá seguro", sentenció.