El espectacular ambiente vivido ayer en el estadio Martínez Valero quedó deslucido al final del encuentro, cuando varios centenares de aficionados saltaron al terreno de juego y se dedicaron a agredir a los jugadores del Granada. Especialmente lamentable fueron las agresiones al portero visitante, Roberto, al que le dieron un puñetazo y tuvo que llegar al túnel de vestuario a gatas. Íghalo, autor del gol que permite a club andaluz ascender a Primera División, también fue objeto de una agresión.

La intervención de las fuerzas del orden público impidieron que las cosas fueran a mayor, pero lo más lamentable es que los protagonistas de estos incidente eran principalmente niños y jóvenes.

El presidente del Granada, Quique Pina, tampoco estuvo acertado y en declaraciones a Canal Plus señaló que era el técnico del Elche, José Bordalás, quien incitaba a esta violencia. Y es que en el túnel de vestuario también hubo un enfrentamiento entre jugadores y técnicos de ambos conjuntos.

Unas imágenes muy denunciables, de un pequeño grupo, que van a dar la vuelta a toda España y que van a dejar en mal lugar a la mayoría de aficionados franjiverde que dieron todo un ejemplo de comportamiento y que apoyaron a su equipo de forma espectacular.

Y es que ni los más viejos del lugar recordaban un ambiente así en el estadio Martínez Valero. Niños, adultos, mayores... nadie se quería perder el posible regreso del Elche a Primera División después de 23 años. El 18 de junio de 2011 volverá a pasar a la historia como otra de las tristes jornadas del club ilicitano, como fueron anteriormente los encuentros frente al Cádiz, en la década de los 80 y la temporada pasada frente al Villarreal B. Han sido tres partidos con el campo lleno en los que el Elche ha recibido un fuerte varapalo.

Banderas, bufandas, camisetas, caras pintadas y por supuesto las gorras que ayer regaló INFORMACION con el diario fueron lucidas por una afición ilusionada y que terminó con lágrimas en los ojos. Hasta tres horas antes del encuentro el camino hacia el coliseo ilicitano era un reguero de gente que, en coche o andando. Los cánticos se sucedían y tampoco faltaban numerosas pancartas. "Más cojones que palmeras. Vamos Elche a Primera" o "Nos llevamos la palmera al huerto de Primera División", eran algunas de ellas.

Espectacular fue el ambiente que se vivió en la puerta cero para recibir al equipo. Primero llegó el autocar de Granada, que se llevó todo tipo de improperios. El autobús del Elche se hizo de rogar, pero llegó en medio de un pasillo con multitud de aficionados levantando sus bufandas. Los futbolistas franjiverde estaban impresionados y se dirigieron a los seguidores para unirse en sus ánimos. Una hora antes del comienzo del choque, las gradas estaban repletas. Hasta una pareja de recién casado no quisieron perderse la histórica cita y acudieron vestidos de novios, llevándose también el aplauso de los aficionados.

Pero en tan sólo 90 minutos, todos esos sueños quedaron rotos y lo que es peor, los incidentes final empañaron una jornada espectacular en las gradas.