El central Sergio Pelegrín fue la principal sorpresa que se sacó de su chistera José Bordalás el viernes en el once inicial que presentó ante el Alcorcón. El 5-4 sufrido en Salamanca, donde el equipo dejó de ser el menos goleado de la categoría, pasó factura a Samuel, que de ser titular se vio en la grada. Su puesto lo ocupó el central catalán después de nada menos que 15 partidos en el ostracismo, tan sólo roto por los 90 minutos que jugó ante la UD Las Palmas.

De imprescindible pasó, como por arte de magia, a no contar para su entrenador, pero ya está de nuevo ahí asumiendo protagonismo. Ante el Alcorcón lo hizo perfecto. "Me encontré bien, igual que cuando me tocó actuar ante Las Palmas y me dio la impresión de que no habían pasado tantos partidos fuera del equipo. Lo importante es que se ganó y que las sensaciones fueron positivas".

El futbolista reconoce que "esta segunda vuelta de la Liga está siendo difícil para mí, lo he pasado mal, pero siempre tienes la ilusión de que algún día volverás a jugar. El viernes me tocó y salí al campo tranquilo, como si llevara jugando todos los partidos".

Pelegrín entiende que aquí no hay nadie es imprescindible. "Somos muchos en plantilla y cualquiera puede jugar. Sabes que si ten sancionas o pasas por un mal momento sale un compañero que lo hace incluso mejor que uno mismo. Somos muchos y al final todos son importantes en este equipo. A veces te toca jugar y otras no, pero por encima de todo está el equipo, el colectivo. Da lo mismo que se gane con Pelegrín, Samuel, Héctor o Etxeita. Lo importante es que el Elche vaya para arriba y logre al final de temporada el ascenso. Tenemos 60 puntos, la línea es buena, pero hay que seguir trabajando duro para conseguir cuanto antes la clasificación para la promoción de ascenso".

Pelegrín es amigo íntimo de Samuel y reconoce que "cuando un futbolista no juega está mal y supongo que ahora él lo estará pasando peor. Yo también he estado fastidiado durante varios meses. Hay que saber mentalizarse y pensar que esto es un juego y unas veces te toca jugar y en otras esperar tu oportunidad en el banquillo o en la grada".