Miguel Ángel Tena, uno de los descartes del técnico José Bordalás que todavía tiene contrato en vigor con el Elche, comenzará a entrenar en solitario a partir de hoy o mañana. Esta situación, relativamente común en los inicios de pretemporada, adquiere en este caso un cariz peculiar porque el origen de esta decisión se tomó tan solo unas horas después de que el club le comunicase que, tras finalizar el plazo de 10 días de vacaciones que el central tenía para aclarar su futuro, disponía de un periodo idéntico para seguir buscando equipo.

Este hecho despertó el malestar del castellonense, que mostró su deseo de ejercitarse para "mantener su estado de forma", por lo que recurrió, a través de su abogado, a los servicios de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Inmediatamente, esta entidad se puso en contacto con la entidad franjiverde para recordarle que el jugador ya había sobrepasado el periodo máximo de descanso, fijado en 30 días.

Y la respuesta de la directiva, en la figura del consejero delegado, Juan Carlos Ramírez, no se hizo esperar. "Se trata de un futbolista con ficha en vigor que, aunque no cuenta para el cuerpo técnico, debe contar con los medios necesarios para ejercer su profesión", constató antes de justificar esta cuestión aludiendo a "un error interno del club". Ramírez reiteró su "buena relación" con Tena y añadió que su intención es "portarse bien con él" y, junto a su representante, Domingo Sevillano, "encontrar la mejor salida posible para su futuro".

En este punto, coincidió con el todavía defensa franjiverde, al que le queda un año de contrato, que reconoció estar manejando alternativas aunque aún no ha recibido "ninguna oferta formal". Por eso, Tena afirmó que quiere "mantenerse en forma a la espera del interés de algún equipo" y que, durante estos días, se ha ejercitado por su cuenta. En cualquier caso, el central defendió sus "derechos como profesional" y aseguró que el club le ha garantizado que contará, al menos, con un técnico y un preparador físico.