El camino hasta lograr ser un futbolista profesional no es fácil, y eso lo tienen claro Chema y Paños, dos de los canteranos en los que el entrenador José Bordalás ha depositado su confianza al permitirles realizar la pretemporada junto al primer equipo. Ellos saben que hay miles de jóvenes esperando una oportunidad como ésta, y que este tipo de trenes no pasan muchas veces en la vida. Sin embargo, sus rostros también

reflejan confianza en sus posibilidades y la esperanza de tener, en sus botas, su futuro y, quien sabe, si el del Elche.

Chema, con 16 años, es el más joven de los dos. Durante este verano, confiesa haber padecido "dolores de cabeza" por el declarado interés del Valencia por hacerse con sus servicios. Sin embargo, ahora asegura que esa etapa "ya pasó" y que se siente "satisfecho por haber escogido la mejor opción" al quedarse en el club que le ha visto crecer.

Sobre él, el nuevo responsable del fútbol base, Antonio García Hita, opina que es "la auténtica perla de la cantera". Desde su punto de vista, reúne "todas las cualidades necesarias para ser futbolista" y, si "se machaca en los entrenamientos, puede de ser un central de primer nivel. Según cuenta, su juventud le hace ser tímido fuera del campo, pero también "descarado cuando salta al césped", como ha podido comprobar en los 16 encuentros que ha disputado en la Tercera División. Por ahora, Chema sólo piensa en "darlo todo en cada entrenamiento" para ganarse la confianza del entrenador. Por eso, considera que no debe obsesionarse con entrar inmediatamente al primer equipo para centrarse en el trabajo físico.

En una situación muy parecida, aunque un poco más avanzada, se encuentra Javier Paños, que la temporada pasada tuvo la oportunidad de participar en cuatro encuentros. El mediocentro defensivo, hijo del que fuera jugador del Hércules, Luis Paños, debutó el pasado 12 de abril frente al Real Unión de Irún, y demostró que, además de pedigrí, apunta maneras para manejar el balón.

El alicantino asegura que su principal objetivo es mejorar esta actuación y que, para ello, debe quedarse y progresar en la primera plantilla. Por eso, señala que va "creciendo poco a poco y sacando confianza" para demostrar sus cualidades.

Antonio García Hita, también conoce personalmente sus cualidades, y está convencido de que puede ser una pieza importante en la plantilla. "Es un organizador con llegada, sin llegar a ser un mediapunta, que sabe mover la pelota y que tiene presencia", afirma antes de precisar que "como es lógico, todavía tiene que mejorar su condición física".

Mientras eso ocurra, tanto él como su compañero Chema se han convertido, en Oliva, en dos diamantes en bruto que luchan por brillar en el Elche.