El segundo día de la pretemporada en Oliva resultó muy duro para los 24 jugadores del Elche que allí se encuentran concentrados preparando una campaña 2010-2011 donde el objetivo es quedar entre los seis primeros clasificados de la tabla. El camino hacia esa meta es largo y tortuoso y los pupilos de José Bordalás se encuentran en estos momentos en la parte inicial, donde el trabajo físico es fundamental y las agujetas comienzan a aparecer en las piernas de los profesionales.

El calor sofocante y el fuerte ritmo impuesto por el cuerpo técnico que comanda José Bordalás hicieron mella en la plantilla y la mayoría de ellos terminó la jornada exhausto. La escuadra franjiverde se ejercitó más de dos horas por la mañana y el mismo tiempo por la tarde en el campo número 2 del Club de Golf Oliva Nova.

Marcos Abad se encarga de los porteros y los somete a un gran trabajo que roza lo estresante, mientras que Bordalás, Vidal y Sarrió aprietan al resto de futbolistas hasta llegar al límite de su resistencia física. Nadie se libra de la paliza.

La presión y la salida con rapidez hacia la portería rival son claves en la filosofía de juego de Bordalás y para ello trata de que su plantilla alcance el nivel físico más alto posible. Un discípulo suyo, Mantecón, que tuvo al técnico en el Alicante y en el Hércules, resumía así las premisas de su técnico: "El esfuerzo, el trabajo y la competitividad dentro del equipo son su obsesión".

El grupo comienza a comprender el camino a seguir y prueba de ello es que durante el entrenamiento matinal de ayer incluso el entrenador tuvo que bajar un poco el pistón y tras reunir al grupo les pidió que tuvieran cuidado con las patadas sin balón.

El ritmo de trabajo es altísimo y eso provoca que las primeras lesiones aparezcan. Por la mañana, un encontronazo entre Generelo y Miguel Palanca provocó la primera lesión de la temporada. El mediapunta catalán sufrió un esguince en su tobillo izquierdo y al menos en los dos próximos días le tocará ejercitarse al margen del grupo, aunque espera estar el viernes para jugar ante el Ontinyent en el primer amistoso de la temporada.

Palanca tuvo que ser retirado a hombros y tras ponerle hielo en la zona afectada dos horas más tarde ya le había bajado bastante el hinchazón. "Al principio me he asustado, pero luego con el paso del tiempo he visto que ha ido a menos. Inicialmente el dolor era muy fuerte", apunta el futbolista catalán.

El mediapunta confía en "ponerme bien lo antes posible y pienso que en dos días habré superado el esguince".

Por su parte, Santos entrenó en solitario por precaución. El madrileño sintió unas molestias en la rodilla operada, pero las pruebas médicas que se le han practicado han desvelado que no hay recaída y que la rehabilitación del extremo franjiverde va por buen camino. "Hay que ir poco a poco y sin precipitarse", apuntaba el propio jugador madrileño.

Otros jugadores como Etxeita y David Sánchez tampoco realizaron una parte del entrenamiento y se dedicaron a dar vueltas al campo de entrenamiento debido a sobrecargas musculares propias del esfuerzo que está realizando el equipo desde que hace una semana empezó el trabajo de pretemporada. El resto sufre las típicas agujetas de pretemporada.